El agua caliente en nuestros hogares es uno de los servicios más importantes que debemos tener para realizar nuestras jornadas diarias de forma factible. La misma la podemos usar para lavar ropa, ducharnos, calentar alimentos, fregar, entre otros. Es por ello que este servicio a la vez que es práctico, resulta un poco costoso, asumiendo un 26% de la factura de energía eléctrica mensual, en el caso de contar con calentadores eléctricos.
Para calentar agua en nuestros hogares podemos hacernos con dos opciones, los calentadores típicos y los termos eléctricos. Estos últimos los podemos describir como depósitos de agua que presentan una capacidad determinada y son calentados por medio de una resistencia eléctrica. De esta forma, el agua que se acumula en su interior permanece caliente y siempre se encuentra lista para cuando se vaya a utilizar.
Dado que por lo general todos queremos ahorrar en nuestras facturas de luz, una solución mucho más eficaz es apostar por la instalación de placas solares y muchas compañías de luz ofrecen tarifas especiales que promueven el autoconsumo solar, como la tarifa autoconsumo de OVO Energy, por ejemplo.
En este artículo nos centraremos en los termos eléctricos y en algunos consejos que nos permitan administrar mejor nuestras finanzas sin eliminar este servicio de nuestros hogares.
Características de los termos eléctricos
Los termos eléctricos que usualmente podemos encontrar en entornos domésticos presentan ciertas características como las que te mencionaremos a continuación:
- El agua permanece a una temperatura constante. Los termos eléctricos calientan toda el agua del depósito y la mantienen a una misma temperatura. Así es como, cuando abre el grifo, el agua se mantiene caliente y no hay que esperar a que esto ocurra.
- La temperatura se mantiene constante sin importar el caudal de agua que exista. Así sea que abras el grifo un poco o por completo, el agua va a presentar la misma temperatura.
- Gracias a su funcionamiento a partir de electricidad, cualquier peligro relacionado con el gas es omitido. Claro, igual deberás estar pendiente de posibles fugas o desperfectos.
¿Cómo puedo ahorrar energía con un termo eléctrico?
Dado el gasto que ciertos termos eléctricos suponen, te vamos a proponer algunos consejos que te permitirán ahorrar mucho más en tu factura de energía eléctrica:
Programadores
Si vas a adquirir un pre calentador eléctrico nuevo, lo más factible es que adquieras un termo programable. Los modelos más nuevos incluyen programadores digitales con los que es posible configurar la temperatura, potencia y husos horarios. Así es como podrás programar los rangos de tiempo en los que necesitarías agua caliente y tenerla lista siempre, mientras que el resto del tiempo se mantendrá apagado ahorrando energía.
En caso de que poseas un termo eléctrico un poco más antiguo, tu mejor opción es adquirir un programador digital. Estos son temporizadores que van conectados al equipo y cumplen con la misma funcionalidad de los termos programables.
Calienta agua durante la madrugada
Podrías llegar a contratar las populares tarifas de discriminación horaria, es decir, que durante la noche el gasto del consumo eléctrico que generes vaya a ser menor en comparación al realizado durante el día. De tal forma podrías aprovechar de calentar cierta cantidad de agua por la madrugada y ahorrar un poco más en tu factura de luz.
Aumenta la temperatura
Cuando aumente la temperatura del termo eléctrico, lógicamente, el agua va a estar mucho más caliente. Así que, cuando la utilices, vas a abrir un poco más el grifo dedicado al agua fría para que esta se regule, gastando una menor cantidad de agua caliente y que además vas a durar mucho más tiempo en el depósito.
No enciendas y apagues el termo
En muchas ocasiones pensamos que apagar el termo eléctrico hará que se consuma una menor cantidad de energía, pero no funciona así. El apagar y encender constantemente este equipo lo que hace es gastar mucha más energía que cuando se deja encendido con los programadores, además de ocasionar graves daños a su operatividad. Esto solo es recomendable cuando se piensa abandonar la vivienda por más de una semana.
Un buen aislamiento
Una buena opción para ahorrar con los termos eléctricos es llegar a aumentar su aislamiento. Con ciertos elementos aislantes como por ejemplo, la lana de vidrio, es posible recubrir el termo a excepción de la parte inferior, para así evitar que pierda aún menos calor. Ejecutando este truco se estima que al año se pueden ahorrar unos 36 euros, y llegar a contaminar hasta 132 kilos menos de CO2.