Ante el auge de las divisas digitales, el sistema bancario mundial ha buscado diversas vías para no perder el poder que han alcanzado y enfrentar de alguna manera lo que muchos anuncian será la debacle total de la banca. Han probado varios métodos, entre ellos monedas digitales que quieren hacerlas ver como si fueran criptomonedas aunque realmente no lo son, estas son las conocidas Central Bank Digital Currency (CBDC).
Los bancos centrales de diversas naciones vienen estudiando desde hace algún tiempo la implementación de monedas digitales para representar en ellas su dinero oficial, las cuales también utilizan tokens digitales y tecnología blockchain, aunque no llegan a ser realmente criptoactivos por diversas razones que los diferencian entre sí.
Este dinero digital denominado Moneda Digital de Banco Central (CBDC, por sus siglas en inglés de Central Bank Digital Currency) está apenas en desarrollo, pero ya dos países comenzaron a emitirlo: Las Bahamas y China.
Es dinero fiduciario, pero digital, igualmente controlado por el ente emisor, en este caso los bancos centrales, con curso legal solamente en las naciones donde se emiten. No son criptomonedas en sí, son una especie de híbridos que los países están tratando de implementar para contrarrestar la amenazas que les representan las criptomonedas libres que atentan contra la hegemonía del poder económico que detentan pequeños grupos.
Es solo un intento más de la banca mundial de tratar de mantenerse a flote en tiempos en los que la sociedad ya la rechaza abiertamente. Por eso, tratan de sacar su dinero fiat disfrazado como dinero digital para hacerlo pasar como criptomonedas, para así captar al público y seguir manteniendo el control sobre él.
El CBDC mantiene muchas características de las monedas digitales, pero mucho más con el dinero físico, por ejemplo, control del banco central sobre él, aunque permite el intercambio directo entre pares, el banco igualmente conoce en tiempo real la transacción, mantienen un “anonimato” controlado, los bancos deciden quiénes tiene acceso a él y las reglas, por supuesto, las impone la banca.
Por todo esto, hay que tener bien claro qué son este tipo de monedas digitales para no confundirlas nunca con el bitcoin o con cualquier otra criptomoneda.
¿Qué hacer?
Está claro que el bitcoin, pese a los altibajos normales que pueda afrontar, se mantiene firme como una propuesta viable y segura de inversión, que no hay que dejar pasar. Por eso es recomendable mantener las expectativas en alto con esta criptomoneda que se ha constituido en una divisa digital estable y con futuro.
Para invertir en bitcoin hay que registrarse en un bróker para hacer trading y las correspondientes operaciones de compra venta, y tener algunos conocimientos básicos y ciertas habilidades para actuar acertadamente.
Aunque lo más recomendable, principalmente para quienes inician en este mundo financiero digital, es hacerlo con software especializados que hacen los análisis y detectan las mejores oportunidades para invertir. Solo hay que activarlo, dejar que comience a operar y que haga las mejores transacciones.
Estos programas informáticos son especie de robots digitales con inteligencia artificial que evalúan las condiciones del mercado, el comportamiento de los criptoactivos y las métricas que los acompañan para determinar los momentos más oportunos para invertir.
Se puede trabajar de dos maneras con estos programas: de forma automática, para que el software se encargue de hacer todas las operaciones por ti; o manual para que tú mismo elijas qué transacción realizar, con la siempre oportuna recomendación del robot que emite las alertas correspondientes cuando detecta una buena oportunidad de inversión.
Además, trabajan con los brókers más confiables de internet y estrictas medidas de seguridad y encriptamiento para proteger la integridad de sus clientes y su dinero. La protección de la persona es lo primero y por eso los desarrolladores del programa habilitan en él diversas herramientas para garantizarla.
En definitiva, el bitcoin podrá atravesar algunos días duros, pero siempre se recupera y retoma su liderazgo, pese a alternativas digitales fiduciarias que salgan al mercado y a otras circunstancias. Por eso es bueno tener a esta criptomoneda como una posibilidad cierta y segura de inversión, que al final se fortalece cada vez más en beneficios de sus inversionistas.