Cocinar es una actividad que requiere además de creatividad, conocimientos e ingredientes, de los mejores implementos de cocina, para realizar los platillos que deseemos en la mejor forma.
Los sartenes son aliados estrellas a la hora de cocinar, de su calidad depende en mucho la cocción de las preparaciones, su sabor y su presentación.
Sartenes: socios importantes al cocinar
Al momento de cocinar cualquier platillo en una sartén, se necesita que sea un utensilio de excelente calidad, para que su terminación sea perfecta, sin que quede crudo o sobre cocido, y mucho menos quemado o adherido.
Los buenos guisos, asados y frituras requieren de buenos utensilios de cocina como las sartenes magefesa, reconocidas por su calidad, durabilidad y resistencia, al momento de saltear, freír, guisar, o preparar platillos en distintas formas, siendo marca líder de utensilios de cocina.
El material del que esté hecho la sartén incide directamente en el sabor de los alimentos, y en cómo estos se cuecen, convirtiéndose en aliados de múltiples preparaciones culinarias, haciendo necesario que se elijan los mejores para hacerlos verdaderos ayudantes de la cocina.
Elegir un sartén es cuestión de atender cualidades
En las sartenes se pueden preparar gran variedad de alimentos, es posible hacer casi todos los estilos de cocina en ellas, saber elegir las mejores sartenes con las que vamos a cocinar nuestros alimentos es una cuestión de atender a sus cualidades, las más importantes de valorar son:
Materiales: El sartén debe estar hecha de un material resistente y antioxidante, garantizando con ello que sea duradero y podamos usarla durante mucho tiempo sin que merme la calidad que brinda como utensilio en las preparaciones.
Dentro de los materiales, no solo hay que apreciar de qué está hecha, también es importante elegir una de buen recubrimiento, este es el responsable de que los alimentos no se adhieran y quemen, y determinante de los cambios o conservación de su sabor.
Conducción térmica: Cómo conduce y distribuye el calor en su superficie y hacia los alimentos es de gran importancia en una buena sartén, esta influye en cómo se cocinan los alimentos y el tiempo que tardan en hacerlo, determinando en gran parte su eficiencia.
El calor producto del gas o la electricidad, según sea la cocina, debe repartirse uniformemente por toda la sartén, exigiendo que esta se adapte perfectamente a cualquier tipo de fuego.
Manejabilidad: Tanto el peso como la disposición de sus asas y/o mangos, influyen directamente en la maniobrabilidad de la sartén, una buena sartén debe poder operarse y trasladarse con facilidad, sin mayores complicaciones.
El mango y sus asas deben ser de agarre ergonómico, firme y seguro, además sin presentar calentamiento, manteniendo siempre una temperatura baja al tacto.
Saludables: Las sartenes deben estar libres de recubrimientos químicos que se liberen en al calentarse y se transmitan a los alimentos que se preparan en ellas, es ideal que sean antiadherente pero estén libres de PFOA.
Tamaño: la sartén debe tener un tamaño apropiado para preparación de distintas porciones al mismo tiempo, sin embargo lo más importante es que tenga la profundidad adecuada para poder cocinar sin derrames, y que los alimentos se cuezan uniformemente.
Limpieza: una buena sartén debe ser fácil de limpiar, ello depende mucho de su calidad antiadherente que evita que se peguen los alimentos, han de ser aptas para el lavado a mano y también en el lavavajillas.
Una buena sartén es sin duda la aliada estrella de las preparaciones, para elegir bien hay que atender a sus cualidades.