Estos profesionales se encargan de todos los casos relacionados con las crisis de parejas, problemas matrimoniales, violencia doméstica, desahucios o situaciones legales relacionadas con los hijos, entre otros.
Los abogados de familia son profesionales de la justicia que se encargan de mitigar los posible daños que puedan ocasionarse ante situaciones de tensión dentro de un núcleo familiar. Los procesos de divorcio, problemas matrimoniales, situaciones de custodia de hijos, etc…, son algunos de los problemas a los que hay que hacer frente contando con especialistas del sector.
Estos profesionales deben llevar a cabo actuaciones rápidas y eficaces para que todos estos trámites pasen de la mejor forma posible y todas las partes puedan llegar a un acuerdo, siempre que se pueda. Para atender a todo esto, en Gil Lozano Abogados de Familia, llevan mucho tiempo prestando este tipo de servicios.
Cuentan con la experiencia suficiente en todos los ámbitos, además de otorgar tranquilidad y confianza a sus clientes. Asimismo, realizan un seguimiento continuo de todos los casos, velando siempre por la seguridad y la satisfacción de todas las partes.
Dentro de sus servicios, que se pueden conocer con más detalle a través de su sitio web www.abogadosfamiliamadridgl.es, destacan los relacionados con el Derecho civil, como pueden ser los desahucios, los contratos de arrendamiento, la indemnización por accidentes de tráfico, los impagos o las reclamaciones a comunidades de vecinos y otros.
También se encargan de los casos de Derecho de familia, siendo las situaciones más habituales: los divorcios, herencias, incapacitación judicial, liquidación de gananciales, custodias o las pensiones.
De igual modo, tratan el Derecho penal relacionado con problemas familiares en todos los sentidos, como los delitos contra el patrimonio, la violencia de género o delitos de orden socio-económico.
¿Qué debe tener un buen abogado de familia?
Los abogados de familia, como ocurre con los profesionales que trabajan en Gil Lozano, deben contar en primer lugar, con una buena especialización y, sobre todo, experiencia. Un abogado especialista puede ayudar a solucionar un gran número de casos y, en muchas ocasiones, sin tener que pasar por los tribunales. Debe convertirse en la referencia para solventar cualquier problema o duda legal.
Por otro lado, los abogados de familia tienen que mostrar empatía con sus clientes, sin duda, es un aspecto que todos deben tener, de esta manera, se genera ese clima de confianza tan necesario. Si bien es cierto que estos profesionales deben ser muy técnicos para tratar asuntos penales o mercantiles, en el caso de los temas familiares, es mucho mejor que sean capaces de entender las necesidades de los clientes y tener en cuenta los sentimientos de todos los involucrados en el caso.
Por supuesto, debe ser un profesional con buenas dotes comunicativas, que sepa en todo momento lidiar con todas las partes e intentar evitar tensiones. La capacidad de negociación es fundamental en todo ello, al igual que la sinceridad y el realismo a la hora de entablar conversaciones con todas las partes implicadas.
Otro aspecto a tener en cuenta es que estos profesionales deben realizar un seguimiento exhaustivo del asunto. En este caso, el abogado debe encargarse de toda la parte técnica del caso y hacer que el cliente no tenga que realizar nada y despreocuparse. Aunque es muy importante que el profesional elegido informe al cliente en todo momento para que sepa toda la información sobre su caso.
Finalmente, un buen abogado de familia es un profesional que tiene preferencia por las resoluciones extrajudiciales, por lo que deberá evitar ir a los tribunales para que lleguen todas las partes a un buen acuerdo y no pasar por un trance delicado y, en muchas ocasiones, doloroso. Si bien es cierto que hay veces que todo esto es inevitable, el experto debe velar por el bienestar y la seguridad de su cliente, y no acudir a los tribunales puede ser una buena opción para ello. De esta manera, demostrará que le importan las personas y cuidará, en todo momento, de las relaciones familiares.
