La llegada del invierno es ineludible y con este, el frío, por lo que si tienes un cultivo o estás decidido a hacer un cultivo en esta época, debes tener en cuenta una serie de factores y consejos que te ayudarán a obtener buenos resultados y un cultivo de calidad.
La planificación, cómo cuidarlo y sobre todo qué tipo de semilla cultivar son factores esenciales, entre estos, También contar con los productos más adecuados para tu cultivo, como los que ofrece Grupo Iñesta, desarrollados por expertos.
Además del frío, el invierno se caracteriza por tener días más cortos y noches más largas y esta es una de las variables más importantes a tener presente al momento de cultivar un huerto. Además, dependiendo de la zona donde vivas, las bajas o templadas temperaturas pueden ocasionar daños devastadores. Si no llega a helar en tu zona de residencia, igualmente hay que tomar todas las previsiones y tener los cuidados necesarios.
Planificar el huerto
Lo primero es retirar los cultivos que se van agotando y limpiar todas las líneas de plantación. Es necesario remover la tierra. Es el momento preciso para añadir sustrato o mantilla a la plantación.
Tomando en cuenta el clima y la estación mencionada, es importante hacer un inventario de los productos que tenemos y cuáles vamos a necesitar para cumplir el proceso. Es además indispensable determinar cuál será la rotación de cultivo más adecuada para nuestro huerto.
Para preparar adecuadamente la tierra y que esta se mantenga rica en nutrientes, existen varios métodos tradicionales pero menos sofisticados como el uso de:
El compost es una de las mejores opciones, ya que se trata de abono orgánico natural en un cien por ciento. Lo podemos hacer nosotros mismos.
El estiércol es otra opción, el cual como sabemos está compuesto por heces y orina de animales y donde también se pueden hallar restos de otros materiales como paja. Estos desechos proceden por lo general de la ganadería vacuna, ovina, de aves o cerdos.
El abono verde es otro método muy utilizado, ya que se trata de plantas que no se cultivaron y funcionan como un fertilizante natural. Estas estimulan la actividad del suelo.
Una vez hecha la plantación del cultivo, es recomendable seguir con haciendo aportes de materia orgánica con productos como los presentes en la gama de Grupo Iñesta. Uno de ellos es el Lombrico Mol-75 un fertilizante orgánico líquido, rico en ácidos fúlvicos procedentes de extractos vegetales, que ayuda a desbloquear nutrientes del suelo al mismo que tiempo que mejora su estructura.
El riego
Dependiendo de la zona y las mínimas temperaturas alcanzadas, se determinará la frecuencia de riego. En el norte y por las recurrentes precipitaciones es posible que el riego sea mínimo, pero será necesario vigilar estrictamente el drenaje de la tierra.
En zonas menos frías hay más sequedad por lo que tendremos que ocupar más tiempo en el riego. Sin embargo, este procedimiento baja mucho el nivel en comparación con los cuidados que hay que tener durante época de verano o primavera.
También es importante tener en cuenta el horario, ya que es mejor que este se lleve a cabo al mediodía, ya que es la hora cuando hay menos riesgos de presentarse heladas.
Cuáles son los métodos para proteger el cultivo del frío
Algunos de los métodos más utilizados son:
El uso de semilleros y macetas, lo que suele ser de gran utilidad para proteger las plantas del frío. También los túneles de cultivo son prácticos y funcionales, además son muy fáciles de usar. Otros materiales como las telas de protección son una excelente técnica.
Y, ¿qué podemos sembrar? habas, guisantes, espinacas, ajos y zanahorias son una acertada opción para probar realizar un cultivo durante la época de invierno.