La calefacción regular es necesaria durante la época de frío, pero también bastante costosa, porque consume mucha electricidad y debe estar encendida varias horas al día para que la temperatura sea agradable si vives en un lugar muy frío. Hay algunas alternativas que tienen una mejor eficiencia entre el consumo de electricidad y el calor que proporcionan.
El emisor térmico es una de las mejores opciones a la hora de calentar una vivienda promedio porque es muy efectivo en lugares cerrados y de un tamaño pequeño. Así, se optimiza al máximo el consumo de la electricidad que se convierte en el calor requerido durante la temporada de invierno.
Los emisores térmicos son conocidos también como radiadores de bajo consumo o calefacción eficiente justamente por el ahorro de energía que implica el uso de ellos. Aunque ninguno funciona de la misma manera, por lo que tienes que buscar el indicado para lo que quieres, dependiendo del espacio que tengas disponible y del tamaño de la estancia a calentar.
El emisor térmico que hace que tu factura de electricidad sea más baja
Hay tres tipos y se diferencia por el tiempo que tardan en alcanzar la máxima temperatura, la cual depende de lo que se conoce como inercia térmica. La inercia térmica es el tiempo de retención del calor acumulado, lo que quiere decir que cuanta más capacidad tenga de acumular calor un emisor, mayor tiempo tardará en calentarse al máximo, y esto es un factor determinante en el consumo de electricidad.
El consumo del emisor térmico cerámico en realidad no es tan elevado a pesar de que es el que toma más tiempo en alcanzar su máxima temperatura. Esto se debe a que su inercia térmica es elevada, y por tanto, retiene el calor durante más tiempo. Entonces es cuestión de hallar un equilibrio entre el tiempo de uso y el de preparación.
Por su concepto, funciona perfectamente para cualquier espacio de tamaño mediano. Su funcionamiento hace que sea recomendado para un uso prolongado, de más de 8 horas continuas. Si esto implica que va a estar encendido tanto tiempo, ¿dónde está el ahorro en el coste de la energía?
La idea sería encender el emisor durante la noche antes de tener que permanecer en la estancia en la que se piensa estar. En ese horario, la tarifa de la energía debe ser la más conveniente porque de madrugada la electricidad puede ser más barata. Además, puede llegar a calentar lo suficiente en habitaciones de tamaño mediano.
A estos emisores se les llama radiadores de bajo consumo porque funcionan de una manera similar a la de un radiador de agua. Funcionan por emisión, de manera que sí tiene un térmico de fluido, que es el que se encarga en realidad mantener el ambiente en una temperatura confortable.
Otras alternativas más económicas
Los radiadores de fluido funcionan con un líquido que está en constante circulación por su interior y así el radiador se calienta uniformemente. La alta temperatura de este modelo de emisor térmico es lo que transmite el calor, como si fuera un radiador de agua corriente, de aquí su nombre.
Este modelo tiene una inercia térmica media que hace que el calor se mantenga como máximo unas 4 horas. Son ideales para instalar un sistema de calefacción integral en las viviendas grandes porque se pueden dejar en funcionamiento sin ningún tipo de problema, entre 5 y 8 horas continuas. El consumo de electricidad es algo mayor que en el de cerámica, pero también es más útil si no pasas tanto tiempo en casa.
Sin embargo, un emisor térmico seco es el recomendable para calentar habitaciones más o menos grandes de una forma muy rápida. La resistencia de aluminio con la que funciona su mecanismo hace que se calienten, en una hora o menos, los elementos del emisor, aunque también se enfrían casi con la misma rapidez. Calienta menos que otros tipos de calefacción, pero es una opción de las más baratas.