A solo unos días de finalizar el ejercicio económico 2019, el Ibex-35 busca recuperar la tradición de terminar el año en positivo, tal y como ha ocurrido durante la mayor parte de la historia. Y es que hasta 2013, el Ibex ha cerrado en positivo 18 de los 22 diciembres registrados.
Sin embargo, esto no ha ocurrido durante el último lustro, donde de los cinco últimos diciembres del año, cuatro de ellos han obtenido un resultado bajista. Así pues, en 2018 cedió un 5,9%; en 2017, un 1,6%; en 2015, un 8,1%; y en 2014, un 4,6%.
Solo en 2016 presentó una subida del 7,6%, un valor similar al que necesita este año si quiere terminar el ejercicio por encima de los 10.000 puntos. De hacerlo, conseguiría cerrar su mejor ejercicio desde 2013, cuando sumó un 21%.
¿Pero de dónde surge el término rally de fin de año? Este fundamento tiene su origen en el intento de las grandes carteras y gestores de fondos de aprovechar las últimas semanas para reducir pérdidas o conseguir rentabilidades extra en el mercado forex.
Además, durante estos días es cuando más aportaciones a planes de pensiones se realizan, ya que se busca reducir la factura fiscal.
¿Qué ocurrirá en 2019?
Para muchos expertos, los mercados ya se encuentran inmersos en un rally de fin de año desde que en septiembre los índices mantengan una tendencia alcista. Por lo tanto, lo que toca ahora es una consolidación del mercado. De producirse subidas, serían más en torno al día 24 que al día 31.
Además, técnicamente estamos encontrando que algunos indicadores no están sobrepasando ciertas cotas importantes para dar lugar a un repunte. El Ibex-35 continúa en los 9.500 puntos; el Eurostoxx 50 en los 3.700 y el Dax alemán en los 13.200-13.500.
Para los analistas más pesimistas, muchas de las amenazas e incertidumbres que empañaron el cierre de 2018 continúan hoy presentes a finales de 2019. Hablamos de la guerra comercial entre EE.UU. y China, así como las elecciones en Reino Unido.
En cuanto al primer asunto, los mercados estadounidenses se encuentran en máximos históricos a la espera de que se firme la Fase I del acuerdo comercial antes de final de año. Algo de vital importancia no solo para evitar nuevos aranceles el 15 de diciembre sobre productos chinos, sino porque el próximo 2020 las alecciones presidenciales en EE.UU. centrarán toda la atención y habría que esperar a 2021 para retomar el acuerdo.
Por otro lado, el próximo 12 de diciembre los británicos están llamados a las urnas y su resultado afectará necesariamente al brexit. Si bien Londres y Bruselas llegaron a un acuerdo para evitar una salida catastrófica, ahora debe obtener la aprobación del Parlamento Británico.
Con una mayoría importante de los conservadores, Reino Unido podría permanecer en la Unión Europea hasta finales de 2020. Sin embargo, el tras las elecciones surge un parlamento muy dividido, el brexit podría volverse a retrasar generando nuevamente incertidumbre en los mercados ante la posibilidad de un nuevo referéndum.
No obstante, gran parte de los analistas se muestran más positivos alegando que, a pesar de esta constante incertidumbre en torno al Brexit y el acuerdo comercial entre las dos potencias económicas, el mercado se ha instalado en el optimismo.
Por lo tanto, una vez presentados los resultados empresariales y realizadas todas las perspectivas de crecimiento, no hay nada que indique que ninguna otra circunstancia pueda producir un descenso de los niveles actuales. Más bien, nos moveremos en valores similares o incluso alcistas durante los últimos días del año.