El fundador de Huawei, Ren Zhengfei, ha dicho que el gigante chino de las telecomunicaciones recortará la producción en 30.000 millones de dólares (23.900 millones de libras esterlinas) en los próximos dos años a medida que se intensifique la reacción de los Estados Unidos contra la empresa.
Hablando en las oficinas centrales de la firma, el Sr. Ren dijo que se esperaba que las ventas se mantuvieran estables en 100.000 millones de dólares en 2019 y 2020.
El mes pasado, los Estados Unidos incluyeron a Huawei en una lista de empresas con las que las empresas estadounidenses no pueden comerciar a menos que tengan una licencia.
La medida marcó una escalada en los esfuerzos de Washington para bloquear a Huawei.
EE.UU. argumenta que la empresa china -el mayor fabricante mundial de equipos de telecomunicaciones y el segundo mayor fabricante de teléfonos inteligentes- representa un riesgo para la seguridad.
«En los próximos dos años, la empresa reducirá su producción en 30.000 millones de dólares», dijo Ren en una mesa redonda en la sede de la empresa en Shenzhen.
Sin embargo, el Sr. Ren dijo que la empresa «recuperaría su vitalidad» en 2021.
El gasto en investigación y desarrollo no se reduciría, añadió el Sr. Ren, a pesar del impacto previsto en las finanzas de la empresa.
El fundador de Huawei había minimizado previamente el impacto de las restricciones de EE.UU. en la empresa china.
Sin embargo, las acciones de los Estados Unidos han impulsado a las empresas de tecnología de todo el mundo a retirarse de Huawei.
Google excluyó a Huawei de algunas actualizaciones del sistema operativo Android, lo que significa que los nuevos diseños de los teléfonos inteligentes Huawei están a punto de perder el acceso a algunas aplicaciones de Google.
Softbank y KDDI de Japón han dicho que por ahora no venderán los nuevos teléfonos de Huawei.
El diseñador de chips con sede en el Reino Unido, ARM, dijo al personal que debe suspender los negocios con Huawei, de acuerdo con documentos internos obtenidos por la BBC.
Temores de vigilancia
La represión de Washington contra Huawei es parte de una campaña más amplia contra la compañía, debido a las preocupaciones sobre el uso de sus productos en la próxima generación de redes móviles 5G.
Varios países han expresado su preocupación de que los equipos Huawei puedan ser utilizados por China para la vigilancia, alegatos que la compañía ha negado vehementemente.
Huawei ha dicho que su trabajo no plantea ninguna amenaza y que es independiente del gobierno chino.
Sin embargo, algunos países han impedido a las empresas de telecomunicaciones utilizar productos Huawei en redes móviles 5G.
Hasta ahora, el Reino Unido se ha abstenido de cualquier prohibición formal.