El mercado laboral español ha cerrado otro año —y van cinco— creando mucho empleo. Diciembre acabó con una media de 563.965 afiliados más a la Seguridad Social que en el mismo mes del ejercicio anterior. Por primera vez desde 2007 un año finalizaba con más de 19 millones de cotizantes, según las cifras divulgadas este jueves por el Ministerio de Trabajo. Bastan dos datos para hacerse a la idea del vigor de la recuperación: en el último lustro se han creado casi 2,7 millones de empleos a un ritmo de 1.461 al día. Otras tantas cifras explican por qué la crisis todavía está presente en España y sus heridas aún no han suturado: entre 2008 y 2012 se destruyeron 2,9 millones de puestos de trabajo (tres millones si se añade 2013), 1.605 al día.
Después de cinco años creando empleo a marchas forzadas, España empieza a ver cerca los números del mercado laboral previos a la crisis. 2018 ha acabado con algo más de 19 millones de afiliados. Desde 2007 no sucedía nada parecido, aunque esa cifra todavía está lejos del máximo histórico de afiliación, que se alcanzó en verano de ese mismo año (19,5 millones).
También hay que remontarse al comienzo de la crisis para encontrar datos similares de paro registrado. Los 3,2 millones de inscritos como desempleados en las oficinas de empleo es el dato más bajo desde 2008. En este caso, la distancia con los niveles previos a la crisis es más lejanos. Entonces se bajó hasta los casi dos millones de parados.
Estos son los grandes números del balance de 2018, que acabó con un nuevo acelerón en el mercado laboral. El comercio y la sanidad compensaron el retroceso de actividades como la construcción y la hostelería. Y la temporada de aceituna en Andalucía hizo el resto: esta se tradujo en un incremento de 35.400 afiliados en la provincia de Jaén o de 52.500 entre quienes cotizan en el régimen agrario en toda España.
Todo esto contribuyó a que diciembre fuera mejor de lo esperado. El servicio de estudios de BBVA había previsto un incremento de 42.100 afiliados en diciembre. El saldo final fue de 78.500 y de 50.600 si se toman solo los números desestacionalizados (los depurados de los efectos de los altibajos que provocan campañas comerciales o agrícolas y temporadas turísticas).
Los buenos números de diciembre provocaron que el crecimiento anual del empleo volviera a superar el 3%. Concretamente se situó en el 3,06%. Este porcentaje es la mejor prueba de que la recuperación ha vuelto a ganar fuerza. En noviembre se situó en el 2,87%.
Más allá de los números generales, lo que también muestran las cifras divulgadas ayer por el Ministerio de Trabajo es que la mejora del empleo es generalizada en casi todas las actividades. Prácticamente en todas se cerró el año con ganancias de afiliación. Una de las diferencias entre 2018 y los años de recuperación anteriores es que ahora se ve con más claridad en las estadísticas que se crea empleo de mayor calidad que el que se venía creando hasta ahora. Según los números de la Seguridad Social, el año pasado entre los asalariados se crearon 423.072 empleos a jornada completa por 70.967 a jornada parcial y 484.072 indefinidos por 9.966 temporales.
No obstante, si en lugar de tomar como referencia la afiliación, se observan los contratos la foto se desluce. En 12 meses se firmaron casi 22,3 millones. De esa cifra algo más de 20 millones son temporales, prácticamente el 90%, pese al significativo repunte que han tenido los contratos indefinidos en el último ejercicio.
Durante el año pasado, continuó la tendencia estructural de incorporación de la mujer al mercado laboral, algo que no se ha interrumpido en la crisis salvo en momentos puntuales. 2018 acabó con 8,8 millones de afiliadas a la Seguridad Social. Esto volvió a elevar el listón del número de mujeres trabajadoras, un movimiento que ha venido sucediéndose varias veces en el año.
Sin embargo, la igualdad de género todavía está lejos a la vista de las cifras publicadas ayer: los hombres con empleo superan los 10 millones; hay 1,86 millones de mujeres paradas por 1,34 millones de hombres; y la reducción del desempleo entre estos últimos duplicó a la de ellas (-8,39% frente al 4,51%).
En la valoración que hizo UGT, el sindicato aprovechó para destacar que todavía hay consecuencias de la crisis pendientes de corregir, como que cerca el 60% de parados no perciban prestación ni ayuda alguna. También CC OO puso ahí el foco en el informe de coyuntura laboral de su gabinete económico, y subrayó la gran diferencia que hay en este punto entre hombres, con una tasa de cobertura del 66%, y mujeres (55%). Ambas centrales reclamaron cambios legales que reviertan la reforma laboral.
CEOE también pidió reformas, pero en sentido contrario. Pidió modificaciones que eviten “incrementos de los costes laborales”. En su boletín de coyuntura laboral aclaró el significado de esta reclamación: “Rebaja generalizada de las cotizaciones sociales”.