El PP abre la puerta a las primeras concesiones a Vox en violencia de género para lograr el apoyo a la investidura de Juan Manuel Moreno en la Junta de Andalucía. El secretario general del PP, Teodoro García Egea, llamará este viernes a la formación cuyos 12 diputados son imprescindibles para desalojar al PSOE del Gobierno andaluz. «Voy a tratar a Vox como trataría a cualquier partido que concurriera a las elecciones. Estoy menos cómodo hablando con el señor Rufián o con el señor Puigdemont», ha afirmado en Onda Cero en la mañana de hoy viernes. García Egea, como adelantó El Mundo, ofrecerá a Vox una solución intermedia.
El PP se niega a tocar el acuerdo ya cerrado con Ciudadanos, que incluye el desarrollo de la ley de violencia de género en Andalucía, pero sí ofrecerá, según confirman fuentes de este partido, que después de la investidura, en la negociación parlamentaria, haya enmiendas para incluir ayudas «para todas las víctimas», esto es también para niños, ancianos y varones agredidos por mujeres. «Sin renunciar a un solo euro para las mujeres ni a una sola coma del pacto contra la violencia de género, el PP quiere ampliar las garantías y protección a las víctimas de todo tipo de violencia en el ámbito familiar”, precisan fuentes del PP.
El anuncio del PP implica aceptar el discurso de Vox, que asegura que es una ley injusta porque solo defiende a las mujeres. En 2018, 47 mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas en España. Son más de un millar de víctimas mortales desde que empezó el recuento oficial en 2003: 975 mujeres y 27 menores asesinados. Vox exigía la retirada de las medidas presupuestarias pactadas entre PP y Ciudadanos para luchar contra la violencia machista.
Hasta ahora el PP nunca había aceptado ese discurso y defendió la ley tal como estaba. La norma andaluza, que contempla considerar casos como el de Laura Luelmo como violencia de género, fue apoyada por todos los grupos políticos (incluidos PP y Ciudadanos) excepto Izquierda Unida, que se abstuvo por considerarla insuficiente. La ley integral contra la violencia de género fue respaldada por unanimidad en 2004. El pacto de Estado contra la violencia de género fue suscrito en 2017 por todos los partidos salvo Podemos, que se abstuvo al considerar que se quedaba corto.
El acercamiento del PP a Vox en este y otros asuntos está generando una importante tensión interna en el PP porque algunos dirigentes creen que la dirección está entregando la agenda política a un partido mucho más pequeño y que es un rival electoral directo. El equipo de Pablo Casado, sin embargo, cree prioritario lograr el Gobierno en Andalucía y no teme en absoluto aproximarse a algunos postulados de Vox.
El líder de Vox, Santiago Abascal, ha asegurado esta mañana a través de Twitter que no había recibido el ofrecimiento relativo a la violencia doméstica «de forma oficial», pero que les parece «un buen principio» que se quiera atender a «todas las víctimas de la violencia intrafamiliar: mujeres y hombres, niños y ancianos».
Sin embargo, Vox quiere más. No se conformará con esta victoria. Sobre todo busca reconocimiento político y una foto no solo con el PP, sino también con Ciudadanos, que insiste en que no quiere tener ningún contacto con este partido al que llama «antieuropeísta». El secretario general de este último partido, José Manuel Villegas, ha vuelto a rechazar este viernes que se vaya a abrir una mesa de negociación con Vox. Entre los otros temas que quiere negociar Abascal ha señalado «el problema de la inmigración ilegal» o la «supresión de leyes ideológicas liberticidas», entre otros. «Escuchar a los 12 diputados de los que pretenden el voto es lo lógico en democracia. ¿O no? ¿O pretenden un trágala?», ha argumentado.
Abascal ha insistido en que la negociación debe incluir a los dos partidos que van a desempeñar responsabilidades de gobierno, algo a lo que de momento no está dispuesto Ciudadanos. «Es con ellos con quien debe llegarse al acuerdo que facilite el cambio. Un acuerdo detallado, por escrito, público y transparente», ha incidido.
Vox elevó este jueves la presión sobre el pacto de Gobierno que han firmado PP y Ciudadanos para gobernar en Andalucía al reclamar que quería participar de pleno en las negociaciones si ambas formaciones desean desbancar al PSOE, ya que los votos de sus 12 diputados son imprescindibles para la mayoría absoluta, fijada en 55 escaños. Sobre este órdago, García Egea ha advertido de que Vox «tendrá difícil» explicar a su electorado por qué decide votar no a la investidura de Moreno y dar «una prórroga» a la socialista Susana Díaz. El secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, le ha replicado en una entrevista en la cadena Cope que prefiere ir a una repetición de las elecciones en Andalucía antes que contribuir a la investidura de un Gobierno con «apariencia de cambio». «Creo que es mejor que el electorado se enfrentara a un nuevo proceso electoral antes que ver defraudadas sus expectativas con un auténtico engaño, el engaño de la apariencia de cambio para que luego se sigan aplicando las mismas políticas que la izquierda lleva aplicando tantos años», ha defendido Ortega Smith, informa Europa Press.
Las negociaciones entre el PP y Ciudadanos avanzan a paso lento, aunque con la vista puesta en el 16 de enero, fecha prevista para el pleno que puede investir presidente al candidato popular Juan Manuel Moreno. Ambas formaciones ya se han puesto de acuerdo para constituir la Mesa del Parlamento presidida por Ciudadanos. Y estos días modulan la constitución del futuro Gobierno. Hay consenso para reducir las actuales 13 consejerías a una decena, con Moreno de presidente y Marín de vicepresidente, pero queda por ver el reparto de consejerías y especialmente la llave de la caja, Hacienda, que ambas formaciones ansían. El presupuesto de la Junta de Andalucía ascendió a 34.759 millones de euros el año pasado.