El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha llegado al Senado con 10 sentencias bajo el brazo para comparecer en la comisión sobre financiación de partidos en la que solo participa el PP. Son las causas archivadas que ha acumulado el partido desde 2014, cuando se creó, y comenzaron las acusaciones de que recibía dinero ilegal de los regímenes venezolano e iraní. Tras cuatro horas de duro enfrentamiento con Luis Aznar, senador y portavoz del PP en el organismo, Iglesias ha dejado dos conclusiones. “Podemos no ha recibido dinero del Gobierno de Venezuela”, además de reconocer que “la situación política y económica [del país] ahora es nefasta. No comparto algunas cosas que dije en el pasado. Rectificar en política está bien”.
Iglesias es el primer máximo dirigente de un partido que acude a una comisión de la que se retiraron el resto de partidos con representación en la Cámara alta. El PP no ha querido desaprovechar la oportunidad para centrar la sesión en Venezuela y la vinculación del secretario general de Podemos con el expresidente Hugo Chávez. Aznar ha ido apuntalando su argumentario con vídeos de la televisión venezolana en los que aparece el dirigente político loando la figura del mandatario ya fallecido. «No he trabajado para el Gobierno venezolano, pero aquí no estamos para hablar de mi vida», ha respondido.
Luis Aznar no se ha salido de esta línea estratégica y ha recordado la comparecencia de hace una semana del presidente del Tribunal Supremo de Venezuela en el exilio, Miguel Ángel Martín Torbatú. El magistrado apuntó hacia el Foro de São Paulo, impulsado por “la ultraizquierda” en los años noventa, como matriz para extender su ideología por el mundo mediante fondos de países como Venezuela, Cuba o Nicaragua y financiar partidos “incluso en España”. «Si alguien afirma que ese foro financió a mi partido le digo rotundamente no», ha continuado Iglesias.
«Si la pregunta es que cualquier Gobierno extranjero, o cualquier organización exterior, o que Podemos ha tenido cualquier tipo de financiación ilegal, la respuesta es no. Y aquí traigo las pruebas», ha afirmado.
En uno de los momentos más broncos de la sesión, el senador popular ha asegurado que Interpol (Organización Internacional de Policía Criminal) cuenta con pruebas de que, siempre según su versión, confirman la supuesta financiación venezolana que Podemos recibió a través de la fundación CEPS (Centro de Estudios Políticos y Sociales). Luis Aznar, sin mencionar las cuantías, hacía referencia a los fondos de más de siete millones de euros que entre 2003 y 2011 percibió esta institución a la que estuvieron vinculados varios de dirigentes de Podemos, cuando la formación aún no había nacido. «Usted cobraba de esta fundación, que a su vez cobraba de Venezuela, y esta documentación está en manos de la Interpol. Igual que el señor Monedero y Errejón», ha afirmado el senador popular que ha llegado a hilar el caso con otra supuesta vinculación con el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero y el caso Odebrecht.
«Se van de la fundación CEPS el día que fundan Podemos porque saben que a partir de ese momento de forma legal no van a poder cobrar ese dinero. Hay documentación oficial que obra en nuestro poder», ha dicho sin mostrar esos documentos. «Es legítimo que el PP trate de sembrar dudas, pero es extraño que el partido con más presos de la historia de la democracia por corrupción proponga fiscalizar la financiación del resto de partidos», ha contraatacado Iglesias al mismo tiempo que leía la sentencia del juez Manuel Marchena, que archivó la querella sobre este caso concreto. «Ni Marchena, uno de los suyos, ha visto financiación ilegal en Podemos».
Cruce de acusaciones
A medida que pasaban las horas, el rifirrafe entre Iglesias y Luis Aznar iba cambiando de un tono agresivo, el portavoz popular le ha llamado “falso” y el líder de Podemos le ha espetado que “mentía como un bellaco”, a otro más irónico. Llegando a momentos histriónicos, como cuando ambos políticos han recitado pasajes de la obra de Pedro Muñoz Seca La venganza de Don Mendo. Un sainete al que se ha llegado a unir la presidenta de la comisión, María Rosa Vindel.
Entre ataques, versos y un receso para tratar de calmar los ánimos, Aznar ha reiniciado la comparecencia preguntando por las formas de financiación de Podemos. «Recibimos donaciones de los cargos públicos del partido, de particulares, crowdfunding para financiar eventos excepcionales y microcréditos para campañas electorales que después se devuelven íntegramente», ha detallado Iglesias.
Una vez explicadas las fuentes de financiación privadas con las que en 2017 Podemos ingresó más de cuatro millones de euros, según los datos aportados por el responsable de la formación, Aznar ha recordado que las donaciones finalistas están prohibidas en la ley de financiación de partidos y las ha comparado con la denominada técnica del «pitufeo», un sistema de lavado de dinero que el PP usó en el Ayuntamiento de Valencia en el caso Taula.
La afirmación le ha servido a Aznar para interpelar a Iglesias sobre los donantes. «¿Ha recibido dinero de los boliburgueses y bolichicos?», le ha preguntado en referencia a los que ha denominado «testaferros del Gobierno venezolano». Ante una nueva negación del responsable de Podemos, el portavoz popular ha llegado a afirmar que el régimen iraní le pagaba «hasta el teléfono móvil».
Cumplidas las cuatro horas, Vindel ha decidido finalizar la comparecencia ante el nivel de descalificaciones entre ambos. A la salida, Iglesias ha calificado la sesión de “esclarecedora”, mientras que Aznar, recurriendo a la misma retranca que protagonizan sus interpelaciones desde que comenzó el trabajo de la comisión, ha concluido: “Queda patente que no quieren oír hablar de financiación. Vinieron a cambiar las cosas y solo han cambiado las casas”.