China ha dado un paso de gigante en la carrera global para encontrar una fuente de energía limpia, poderosa e inagotable. Por vez primera, un reactor de fusión nuclear experimental EAST (siglas en inglés del Superconductor Experimental Avanzado Tokamak) ha alcanzado en su interior una temperatura de plasma de 100 millones de grados centígrados. Esta temperatura, que es casi siete veces más elevada la que se registra en el núcleo del astro rey, se considera la mínima necesaria para que se produzca la fusión y la consiguiente liberación de energía en una cantidad mucho mayor a la de los reactores de fisión.
Según la versión inglesa del portal chino de noticias china.org.cn, la prueba ha tenido lugar en el instituto de Ciencias Físicas de Hefie, en la provincia oriental de Anhui. El avance acelerará el proyecto internacional ITER, en el que participan la Unión Europea, Japón, Estados Unidos, Corea del Sur, India, Rusia y China, que se está materializando con la construcción de un reactor de fusión en Cadarache, en el sureste de Francia.
Se considera que los reactores de fusión proporcionarán energía limpia e inagotable. Limpia porque, a diferencia de la fisión, el proceso no deja residuos radiactivos durante miles de años. Inagotable porque utiliza Deuterio y Tritio, que son dos isótopos del hidrógeno, que tanto abunda en nuestros mares. Además, el contenido energético del deuterio es tan alto que de un metro cúbico de agua de mar se podría obtener la misma energía que de unos 1.600 barriles de petróleo. Por último, y no menos importante, el balance energético del proceso es espectacular. Se estima que el ITER generará diez veces más energía que la necesaria para completar el proceso.
Todavía habrá que esperar
Sin embargo, aún es pronto para echar las campanas al vuelo. La función del reactor que está construyendo el ITER en Francia no es proporcionar energía a la red eléctrica, sino dar respuestas a los muchas preguntas que suscita el uso de la fusión nuclear. Para que usted pueda recargar su teléfono o enchufar su ordenador a una red alimentada por deuterio tendrá que esperar al menos treinta años.