En toda la ciudad de Londres existen más de 500 proyectos de edificios de gran altura en construcción, algo que debería ser buenas noticias para un país que está sufriendo una crisis inmobiliaria.
Sin embargo, la realidad es que apenas va a suponer un beneficio para aquellas personas en busca de una vivienda digna, puesto que ninguna de estas nuevas viviendas está reservada para personas con rentas bajas o sin ingresos y, aunque los precios de la vivienda en Londres estén a la baja(sobre todo en el segmento superior del mercado), la construcción de viviendas para gente rica y compradores internacionales continúa.
De hecho, la mayoría de estas construcciones está poniendo aún más estrés sobre el mercado de viviendas asequibles, puesto que los inversores adquieren terrenos y recursos baratos para convertirlos en proyectos de construcción de viviendas caras y de alta rentabilidad. Se han demolido muchas viviendas públicas y de protección oficial, mientras que otras que iban a ser demolidas han sido convertidas en viviendas de alquiler caras y espacios en venta a precios que dan ganas de echarse a llorar.
Londres tiene el número más alto de superricos por cabeza de todas las ciudades del mundo: cerca de 3.100 residentes son particulares con un elevado patrimonio (personas con activos de 20 millones de libras o más, sin incluir propiedades) y otros 6.100 tienen segundas residencias en la ciudad. La lista de ricos de 2018 del periódico Sunday Times sugería que había 92 multimillonarios en Londres.
Abundancia y austeridad
Los compradores más adinerados continúan construyendo y adquiriendo bienes inmuebles.
A pesar de la decisión del Reino Unido de abandonar la UE, en Londres se vendieron más casas con un valor superior a los 10 millones de libras en 2017 que en cada uno de los dos años anteriores (435, 397 y 401 respectivamente, según datos del catastro). Sin embargo, el gran flujo de capital de inversión internacional y los créditos para adquirir propiedades en la supuesta «apuesta segura» del mercado londinense está en tela de juicio por las dudas sobre el posible impacto del Brexit.