Administrar una finca o llevar gestiones de comunidades ha sido desde hace tiempo una tarea muy pesada, altamente compleja de realizar y que los propietarios no pueden llevarla por cuestiones de tiempo o falta de conocimiento. Por estos factores, la mayoría de comunidades optan por dejar esta actividad en las manos de expertos. La contratación de los servicios de personal altamente cualificado y flexible ante diversas situaciones que pudiesen presentarse es la mejor opción, pues, serán los administradores de fincas los encargados de controlar, tramitar y dirigir el uso de terrenos y propiedades urbanas o rurales.
Profesionales a disposición de la comunidad
Prestar servicios de administración y asesoramiento a propietarios, inquilinos y copropietarios de una comunidad, es una de las principales características de los administradores de fincas en Madrid. Además de dirigir y preservar los asuntos financieros, técnicos y legales, son considerados indispensables para el mantenimiento y gestión económica de los bienes inmuebles.
La administración de fincas en Madrid es de gran importancia a nivel nacional, ya que se ha convertido en una salida profesional con grandes posibilidades y además de esto, una buena o mala gestión de fincas afectará de forma directa la vida de los convecinos. La importancia de una buena gestión radica principalmente en el administrador de fincas, ya que es él el encargado de ayudar (en todo momento) a la gestión en el plano económico del inmueble de forma habitual y retribuida , atendiendo cualquier duda que pueda presentarse con criterios profesionales, con el fin de revalorizarla y mejorar su rentabilidad, además de interpretar y aplicar la legislación vigente para evitar conflictos y litigios en el seno del inmueble.
Obras y reformas: ¿pueden evitarse?
La convivencia en una comunidad puede rápidamente pasar de perfecta armonía a un grave conflicto, volviéndose un grave problema para todos los vecinos integrantes de dicha comunidad. La tranquilidad en el edificio o vecindario es lo más importante para un óptimo desarrollo de la misma.
Cuando algún vecino está de obras o reformas se vuelve muy molesto y más aún si hay niños en la comunidad o personas con algún tipo de enfermedad que necesiten mantener plena tranquilidad en su entorno.
Llegar a acuerdos y soluciones es una parte fundamental de las actividades del administrador, puesto que las obras de cualquier integrante de la comunidad, no podrán evitarse, siempre y cuando no se incumplan las normativas establecidas, como el respeto de los horarios para realizar las obras o reformas, el límite máximo de decibelios, la colocación de escombros en lugares permitidos y reparación de los daños de elementos o lugares comunes.
Olvidarse del administrador de gestion de comunidades de vecinos no es una opción ya que es él, el mediador principal ante posibles incumplimientos de las normativas ya mencionadas u otros conflictos que pudiesen presentarse. Atenderá en primer lugar las circunstancias más importantes y en caso de que también exista una situación desagradable entre los propietarios y la comunidad, tendrá la capacidad de encontrar una solución que beneficie a ambas partes.
Confiar en un buen gestor que ayude a realizar con eficiencia todas las tareas administrativas de la finca es la opción más recomendada, promoviendo así una mejor convivencia evitando conflictos vecinales.
Administrador de fincas: un previsor de problemas
Es obligatorio para un administrador de fincas estar colegiado y es indispensable mantenerse actualizado respecto a la Ley que rige en el ámbito inmobiliario, conocer al dedillo la Ley de Propiedad Horizontal, además de ser consciente del valor de los bienes inmuebles, como bien de inversión y ahorros o legado familiar, ocupándose del mantenimiento de la propiedad en previsión de problemas, intentando proponer obras de mejora o mantenimiento con frecuencia, velando por su buen funcionamiento y cumpliendo rigurosamente los acuerdos de las juntas.
Un buen líder en administración de fincas y gestión de comunidades es aquel que más allá del ámbito profesional se muestra interesado por todo lo que concierne al inmueble, propietarios e inquilinos, volviéndose cien por ciento amigo, justo y coherente ante cualquier circunstancia que se presente, éste profesional liberal debe llevar con total transparencia todos los asuntos de administración de la comunidad de propietarios, realizando además todas las inspecciones legales correspondientes, aconsejándole en el cumplimiento de la normativa legal, ya que las responsabilidades de los problemas caen sobre quien corresponde.