Cuando nuestros padres o abuelos llegan a cierta edad es normal empezar a preocuparse por su cuidado, sobre todo si nosotros estamos trabajando muchas horas y estamos fuera de casa, y lo que queremos es que estén siempre atendidos, además de que no les pase nada, para que tampoco se sientan solos. Ahora bien, una vez tenemos meditada esta decisión llega la hora de decidir cuál es la mejor alternativa: ¿Ingresarlos en una residencia de la tercera edad u optar por el cuidado de un empleado o empleada del hogar? La respuesta va a depender de nuestras necesidades, y la de nuestros mayores, porque lo que buscamos es su bienestar y confort.
Ventajas de los cuidados a domicilio por parte de personas cualificadas
Una de las opiniones mayoritarias es que el cuidado de personas mayores a domicilio es mejor que una residencia de ancianos, y esto es normal sobre todo porque a veces es normal sentir que ,cuando ingresamos a nuestros padres o abuelos en una residencia, los abandonamos allí a su suerte, como si los dejáramos solos. Por esto mismo es la mejor manera de no sentir que te separas de tu familiar, ya sea por trabajo o por vacaciones, es la mejor opción para pasar el día, la noche o sólo unas horas.
Lo primero que deberemos tener en cuenta es que así la persona no tiene que abandonar su propia casa, así no se sentirá desorientado o fuera de lugar, ni empezar una vida nueva, simplemente seguirá en su casa, con sus hábitos y rutinas y el empleado vendrá a ayudarle con sus quehaceres, acompañarlo para que no esté sólo, limpiar o cocinar, en función de lo que contratemos. Así desde el primer momento van a tener una atención totalmente personalizada por parte de un profesional cualificado como sociosanitario, teniendo en cuenta en una residencia no va a ser a la única persona que tenga que atender. Unido a esto, podemos estar seguros de que va a recibir compañía para que no se sienta solo, así como cariño, como decimos son profesionales de este sector, por lo que podemos estar tranquilos.
El cuidado a domicilio incluye la ayuda en tareas, así como salidas
Algunos pueden pensar que estar en una residencia es una mejor opción puesto que así no tendrá que preocuparse por realizar las tareas del hogar, además de poder realizar actividades para mantenerse siempre en movimiento. Pero es que con una empleada de hogar interna también vamos a tener esto. Y es que ayudarán a la personas en las tareas del hogar, en función de sus necesidades, ya sea cocinar, tomar su medicación, incluso le ayudarán en su aseo diario para que esté en las mejores condiciones, así como ir a hacer la compra y demás recados para que no lo haga solo. El cuidador también intentará que nuestro ser querido esté totalmente activa, bien paseando, o realizando todo tipo de actividades lúdicas, tanto físicas como mentales, para que así no se atrofie y esté siempre en el mejor estado de salud posible.
Lo importante también es contar con la opinión de nuestro ser querido, a fin de saber qué es lo que él prefiere, para valorar de la mejor manera la opción más idónea. Aunque por regla general las personas mayores prefieren no tener que irse de sus casas, porque se sienten como fuera de lugar, así con un empleado del hogar van a tener todas las atenciones necesarias, así como compañía en todo momento o en las horas que nosotros fijemos. Además, desde el primer momento conoceremos de manera personal a la persona que se va a hacer cargo de nuestro familiar, para así conocer cómo es, qué cualidades tiene y si nos trasmite confianza o no; sin embargo en una residencia al haber muchos trabajadores es difícil lograr conocerlos a todos.