Dos miembros de un grupo de protesta por la independencia de Cataluña, que fueron detenidos el lunes por presuntos actos de violencia, han confesado haber fabricado explosivos y haberlos ensayado, según fuentes de la investigación.
Al parecer, los dos detenidos pertenecen al ala violenta de los Comités para la Defensa de la República (CDR), una red de activistas de base que han sido noticia en los últimos años a través de actos públicos de protesta en apoyo del movimiento independentista catalán. Estaban entre los nueve miembros del CDR arrestados por la Guardia Civil en una redada contra separatistas radicales sospechosos de planear actos de violencia antes del segundo aniversario del referéndum de independencia no autorizado del 1 de octubre de 2017.
Según fuentes de la investigación, los agentes tienen grabaciones de video que muestran a algunos de los detenidos probando los explosivos, así como testimonios de testigos que reconocieron a varios miembros del grupo que compraron sustancias químicas que pueden utilizarse para fabricar explosivos.
Las pruebas realizadas sobre las sustancias incautadas por la Guardia Civil durante el allanamiento del lunes han confirmado la presencia de nitrato de amonio, un fertilizante común que puede ser utilizado para hacer mezclas explosivas como el amoniaco, dijeron fuentes cercanas a la investigación a EL PAÍS. Las incursiones también produjeron ácido sulfúrico, parafina, polvo de aluminio, decapante de pintura industrial, gasolina y termita, una composición pirotécnica con gran poder incendiario. Los oficiales encontraron documentos que explicaban los componentes necesarios para fabricar explosivos industriales como el Goma-2.
El lunes, agentes de la Guardia Civil allanaron viviendas y locales comerciales en las ciudades de Barcelona, Sabadell y Santa Perpètua de Mogoda, en una operación denominada «Operación Judas», puesta en marcha por un juez de instrucción del Tribunal Superior de Justicia de España, la Audiencia Nacional.
Los detenidos habrían probado los explosivos en canteras abandonadas.
La investigación aún no ha revelado qué presuntos actos de violencia se estaban planificando o dónde iban a tener lugar.
Los oficiales habían estado investigando a estos nueve individuos durante más de un año. Al parecer, los detenidos llevaban meses haciendo mezclas explosivas, e incluso probaron el material en canteras abandonadas y en una de las casas de campo allanadas el lunes. Uno de los detenidos, Jordi R., que fue detenido en Sabadell, sufrió hace tres meses un incendio en el interior de su casa, que obligó a sus vecinos a evacuar el edificio. En ese momento, afirmó que había estado cocinando y se olvidó de apagar la estufa, pero los investigadores sospechan que había estado probando explosivos.
Jordi R. y otros seis miembros del grupo que permanecen detenidos comparecerán el jueves ante el juez del Tribunal Supremo Manuel García Castellón para ser interrogados. Según fuentes judiciales, cinco de ellos se han negado a declarar ante la Guardia Civil. Otros dos, representados por defensores públicos, hicieron declaraciones voluntarias en sesiones que duraron seis y ocho horas, respectivamente.