El tiempo transcurre, la historia también, la humanidad y sus formas de interacción cambian y nacen nuevas formas de relación entre las personas. Entre estas modalidades se encuentra la figura del Escort.
Pero, ¿qué es un o una Escort exactamente? Son mujeres u hombres que sirven de acompañantes en reuniones sociales, de trabajo, fiestas, conciertos, exposiciones y un gran número de eventos y a quienes se les remunera por su tiempo.
Para quienes estén interesados en escort en Sevilla deben saber que este tipo de servicios de acompañantes es para quienes deseen ir a algún evento con una pareja que sea atractiva, incluso desde el punto de vista sexual, pero también que posea habilidades sociales y cierta formación intelectual para poder conversar e interactuar de manera ejemplar con los presentes.
Por lo general, los escort son hombres y mujeres que poseen un alto nivel educativo, que han ido a la universidad y son capaces de dominar conversaciones de negocio, arte, literatura, política, economía y actualidad. En resumen, ofrecen una acompañamient exquisito.
El cliente que contrata a una Escort, independientemente de si se llega a concretar un encuentro sexual, paga por una persona atractiva que le haga sentir bien en medio de una reunión social al estar acompañado de alguien que es, a la vez, bella e inteligente y es capaz de desenvolverse con soltura en círculos sociales determinados.
Diferencias entre escort y prostitución
En primer lugar, los encuentros para los cuales se contrata a una escort, no necesariamente llevan implícitas las relaciones sexuales. En general, se buscan estos servicios para eventos públicos y no para encuentros en cuartos de hotel.
En resumidas cuentas, una escort no solo posee un gran atractivo físico y potencial sexual, sino que tiene un enorme poder seductor desde el punto de vista intelectual y ofrece una deliciosa compañía.
Ahora bien, si es cierto que se contratan escorts para eventos sociales, hay clientes que buscan este servicio para estar en público, pero no en grandes eventos, sino para ir al cine, restaurantes, paseos y similares. No solo se trata de poder llegar a tener sexo, sino de disfrutar antes de un agradable momento para conversar de temas variados que van desde la actualidad política y económica hasta temas como farándula o deportes.
En otras palabras, las personas que se dedican a la prostitución solo se enfocan en la parte sexual, atienden al cliente y se van. Los escort no solo intercambian relaciones sexuales, sino que existe todo un gran cúmulo de actividades y conversaciones para compartir que, incluso, deviene en relaciones de amistad, afecto y comprensión y no es de extrañar que los clientes sientan especial predilección por una o varias escort determinados a quienes contratan a menudo.
El sistema de vínculos y códigos sociales que se manejan entre un escort y su cliente para nada se compara con el de alguien que se dedica a la prostitución y quien les paga. En estas últimas relaciones no hay siquiera intercambio real de impresiones o conversaciones y suelen ser interacciones de poco tiempo.
Los escort son una compañía refinada, dedicada, que lleva tiempo y cuyo sistema de códigos es más socialmente aceptable. Se trata, por tanto, de relaciones consideradas de alto standing.
Escort para todos los gustos
La mayoría de los escort son mujeres, aunque, con el transcurrir del tiempo se han popularizado los hombres que se dedican a brindar estos servicios. Así que se puede decir que hay escorts para todos los géneros y preferencias sexuales. Es decir, heterosexuales, homosexuales, transgénero y de género no binario.
¿Cómo se contrata a un escort?
Por lo general, existen sitios web para ello y estas páginas de internet suelen mostrar todos los servicios que se ofrecen. Muchas personas han criticado este término para decir que es clasista y que solo disfraza la prostitución muy cara.
Sin embargo, la figura de acompañante es real y cada día hay más personas que al estar solas, prefieren buscar y pagar por la compañía de alguien que vaya con ellos a reuniones sociales, los hagan sentir menos solo y, muy posiblemente terminen en la cama, pero no se puede negar que existe toda una nueva codificación de interacción humana que no está presente en la prostitución tradicional.