El denominado “triple screening” es una prueba que se realiza a las mujeres embarazadas durante el primer trimestre de gestación. Consiste en un análisis de sangre y una ecografía y su objetivo es obtener una estimación de las probabilidades que existen de que el bebé pueda tener algún tipo de alteración genética, como Síndrome de Down u otros síndromes cromosómicos.
Es un test que arroja un resultado de probabilidad, es decir, no ofrece un resultado exacto, pero las estimaciones suelen ser bastante útiles para quienes saben interpretar los datos que ofrece.
Saber interpretarlos preocupa tanto a los ginecólogos como a los propios padres. Muestra de esto último es el enorme incremento en internet de búsquedas tales como “triple screening valores” o “interpretar resultados triple screening”
Cada vez es mayor el número de pruebas de cribaje relacionadas con la salud (no sólo en caso de embarazo). Esto es posible gracias a que los avances de las investigaciones han posibilitado centrar mucho los factores que aumentan o disminuyen los riesgos de sufrir alguna patologías.
Profundicemos mas en el triple screening
Todas las mujeres que hayan pasado por un embarazo sabrán probablemente de lo que se trata ya que en algún momento se habrán sometido al triple screening. De hecho, es una prueba básica hoy en día en todo proceso de control de gestación. Esencialmente se buscan posibilidades de detectar riesgos de que el feto padezca trisomía 21, 18 y 13, que corresponden a los síndromes de Down, Edwards y Palau respectivamente.
Esta prueba no supone ningún riesgo para la madre ni para el feto puesto que no se trata de una intervención invasiva que tenga peligro. Tampoco es dolorosa.
Como se ha mencionado anteriormente, se compone de dos partes:
- Análisis de sangre: Entre las semanas 7 y 14 se estudiarán los valores presentes en la sangre de la madre respecto a fracción beta de la hormona del embarazo (hCG) y la proteína placentaria asociada al embarazo (PAPP-a).
- Ecografía: Se estudiará la anatomía del feto para determinar si hay señales que supongan riesgo de cromosomopatías. Se presta especial atención a la translucencia nucal y la distancia céfalo-nalga. Esta eco se realiza en las semanas 12 o 13 de embarazo.
Interpretación de los resultados
La finalidad del triple screening es conseguir un valor a partir del cual será recomendable o no seguir haciendo estudios que valoren las posibles deficiencias genéticas presentes en el feto. Se puede decir que el triple screening es una herramienta excluyente, pues si los valores obtenidos son positivos, en principio, no será necesario realizar más pruebas.
Otros parámetros a valorar
Además de los valores obtenidos en la ecografía y el análisis de sangre, se tienen en cuenta factores de la madre tales como la edad, la raza o si sufre alguna enfermedad.
Combinando todos los parámetros siguiendo un sistema matemático se obtendrán los resultados que se considerarán normales (no serán necesarias otras pruebas) o anormales (se recomendarán alternativas más concluyentes como la amniocentesis o un test prenatal no invasivo).