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¿Cuándo necesitas contratar un detective privado? Los casos que más se investigan

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Los servicios de un detective privado son contratados por cientos de personas cada año en nuestro país. Las infidelidades y las bajas fraudulentas lideran el ranking de las investigaciones más demandadas por los usuarios.

No obstante, el trabajo de un detective privado no puede llevarse a cabo si no se cumplen una serie de requisitos que legitimen la investigación, por lo que no todas las peticiones acaban dando forma a una investigación en curso.

Qué casos investigan los detectives privados con más frecuencia

No hace falta ser un lince para saber qué clase de casos son los que normalmente ocupan más tiempo de la jornada laboral de un detective privado. Los affaires amorosos y los fraudes al seguro o a la empresa son los más solicitados por los clientes, que deben justificar que existe un vínculo lo suficiente fuerte como para legitimar el inicio de las pesquisas.

Sin embargo, un detective privado está capacitado para muchas otras tareas, y pueden verse involucrados en cuestiones mercantiles, industriales y hasta en procesos judiciales o de protección personal.

Por tanto, de este hecho se puede deducir que un investigador privado no es solo una persona con gabardina y sombrero, espiando a alguien en callejones oscuros a la luz de la luna. Esos mitos ya cayeron, y toca aprender más acerca de las labores que llevan a cabo los detectives privados.

“Si hubiese que hacer un balance anual de casos más demandados por nuestros clientes, seis tipos de investigaciones coparían el ranking”, explica el equipo de Doverty, que está a punto de cerrar el año con una tendencia continuista en cuanto a tipos de investigaciones demandadas por los usuarios.

“Las infidelidades y las bajas fingidas siempre se encuentran en lo más alto del ranking, no solo por ser los casos que más asiduamente se producen, sino por ser los que mayor incertidumbre generan y más graves consecuencias pueden provocar en el entorno familiar y laboral, respectivamente”, comentan.

Pero los casos de custodias, las acreditaciones judiciales para la demanda de pensiones alimenticias y compensatorias, así como los casos de absentismo laboral también son muy habituales, y desde Doverty confirman que son a los que más tiempo han dedicado año tras año. “La formación teórica y práctica de un investigador privado lo capacita para actuaciones de otro perfil, pero las tendencias en este sector son bastante rígidas y siempre nos movemos en un entorno similar”, matizan.

Todas estas informaciones casan con lo que puede verse en la página principal de la web de la agencia de detectives Doverty, que ha dedicado un apartado específico en https://www.doverty.es/ a hablar de los casos más frecuentes que pasan por sus despachos.

“Creemos que es importante que la gente conozca cuáles son los casos más frecuentes en los que nos vemos inmersos, ya que muchas veces no acuden a nosotros por miedo o vergüenza al tratarse de asuntos personales e íntimos, y el hecho de ver que su caso es más común de lo que pueda parecer puede ser un importante punto de apoyo que le ayude a dar el paso a querer saber qué sucede realmente en su entorno”, comentan.

¿Cuándo es necesario contratar los servicios de un investigador privado?

En el momento que existe una duda acerca de una cuestión personal o profesional y existe un vínculo entre la persona que supone la fuente de incertidumbre y quien es víctima de esa situación, es momento de acudir a un detective privado.

Sin embargo, desde Doverty insisten en que, por muy fuerte que sea el vínculo que una al cliente y al investigado, no siempre es viable la investigación. “Es necesario preservar siempre el derecho a la intimidad, y hay un determinado tipo de actuaciones que no están enmarcadas dentro de la legalidad y, por tanto, son ajenas a nosotros en nuestros protocolos de actuación”, explican desde Doverty.

“Por ejemplo, el encargado de una empresa que desea saber si realmente un trabajador está de baja o si se encuentra realizando esfuerzos en la calle sí está legitimado a averiguar esa información, pero no se pueden quebrantar ciertas reglas, ya que el derecho al honor y a la privacidad no admite concesiones”, comentan.

“Del mismo modo”, prosiguen desde la agencia de detectives Doverty, “una madre que desee saber a qué lugares va su hijo sí puede contar con los servicios de un investigador privado si esto sucede a plena luz del día, pero no así si lo que desea es acceder a sus dispositivos electrónicos, ya que eso supone una violación de la privacidad de peso”.

De hecho, es la Ley 5/2014 del 4 de abril la que regula todo lo referente a la Seguridad Privada, que supone una ampliación y depuración a la Ley 23/1992 del 30 de julio, que quedó derogada desde la entrada en vigor de la nueva normativa legislativa. “Estas regulaciones están al alcance de cualquier ciudadano y fue publicada en el Boletín Oficial del Estado, cuya copia digital se puede encontrar online en la página oficial del BOE”, apuntan desde Doverty.

“Los avances que se han experimentado en cuanto a regulaciones normativas de la seguridad privada son una prueba del valor creciente que tiene este sector tanto a nivel nacional como europeo”, explica el equipo al frente de la agencia de detectives.

“Al contrario que en las últimas décadas del siglo pasado, ahora disponemos de un marco legislativo mucho más acotado y preciso, que dota a nuestra profesión de todo lo que necesita para establecer marcos de actuación mucho más acotados para los investigadores privados”, sentencian.