A la hora de comprar zapatos o zapatillas para los más pequeños de la casa, los padres siempre se plantean la misma pregunta: ¿Qué calzado es el más adecuado para los niños?
No son los únicos que se lo plantean. Algunas empresas fabricantes también tienen entre sus objetivos encontrar el calzado ideal para los niños. Entre ellas se encuentra Biomecanics.
Biomecanics y su colaboración con el Instituto de Biomecánica de Valencia
Esta marca del Grupo Garvalín lleva desde el año 1996 en el que se creó, colaborando con el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) en el estudio de las necesidades de calzado que pueden tener los niños.
Esta investigación, que se mantiene a día de hoy, les ha permitido sacar varias conclusiones muy útiles a la hora de fabricar el calzado infantil perfecto:
- En primer lugar, los pies de los niños crecen continuamente aunque no a un ritmo constante. Hay que crear zapatos adecuados a cada etapa.
- Además, hay que volcarse en un calzado respetuoso con el crecimiento del pie del niño, por lo que es importante garantizar la libertad de movimiento.
- La salud también es importante en sus pies. Un calzado infantil debe ser seguro, transpirable y fácil de airear.
Algo que queda muy claro de estas conclusiones es que el calzado infantil no puede ser igual que el calzado adulto. No solo debemos fijarnos en su diseño, sino en muchos elementos, que garanticen que el pie de los pequeños estará protegido, pero con la libertad necesaria como para desarrollarse perfectamente.
Partiendo de esta base, la marca ha desarrollado calzado infantil pensando en las distintas etapas de crecimiento del pie, con una diferenciación sobre todo entre los niños que gatean y comienzan a dar sus primeros pasos y la etapa de maduración de la marcha.
Gracias a estas investigaciones con el IBV, el calzado infantil de Biomecanics ha obtenido opiniones favorables de quienes lo han elegido para sus niños.
Opiniones de Biomecanics y su calzado en la etapa de gateo
Durante esta etapa, Biomecanics ha podido identificar que las necesidades del calzado de los niños se basan en proteger los pies, facilitarles el movimiento y sus primeros pasos, así como también respetar el crecimiento del pie.
En opiniones de Biomecanics, un calzado infantil en esta etapa debe tener una horma ancha, que permita al pequeño mover los dedos con libertad y sin apretar el empeine.
Por ejemplo, explican que el pie debe entrar sin forzar el zapato y que en ningún caso debe sentir opresión.
También es importante durante esta etapa la dorsiflexión de la suela. Gracias a ella se permite la movilidad del pie en todas las direcciones.
¿Cómo saber si un calzado tiene buena dorsiflexión? Es muy sencillo, prueba a flexionar el zapato con una sola mano. Si te es posible y lo haces con facilidad, significa que cuenta con esta característica.
Otro de los aspectos que hay que cuidar en el calzado infantil durante esta etapa es la suela. Lo ideal es que sea fina y ligera con la que facilitar su función táctil.
Durante estos meses, el pequeño es probable que combine sus primeros pasos con momentos de gateo. A la hora de gatear, hay que procurar que el zapato sea lo suficientemente ligero, para que el bebé no arrastre peso. De igual forma, si cuenta con una puntera adherente, le facilitará la propulsión al gatear.
La plantilla puede ser perfectamente plana. Hay que tener en cuenta que el arco plantar no se forma hasta los 4 años. Lo importante es que también sea extraíble, para que podamos airear el calzado con la frecuencia que sea necesaria y antibacterias.
De hecho, el interior del calzado es muy importante, para garantizar también la protección de los pies y su salud.
En opiniones de Biomecanics, un calzado infantil no debería llevar bordes ni costuras en el interior. Con ello solo se consigue que el pequeño sufra rozaduras y molestias al moverse.
Además, es importante fabricar siempre el calzado con un material transpirable, ya que así se evitan infecciones ocasionadas por la humedad.
Las investigaciones de Biomecanics con el IBV, le han permitido concluir que lo ideal es un estabilizador externo ubicado en la zona lateral, que en ningún momento moleste al tobillo y que deje total libertad de movimiento y que permita mantener la estabilidad que el niño aprende cuando va descalzo, para no retrasar el aprendizaje y evitar caídas y lesiones.
Opiniones de Biomecanics y su calzado en la etapa de maduración de la marcha
La etapa de maduración de la marcha es diferente en relación al crecimiento del pie y al calzado que el niño necesita.
En esta etapa, el pequeño ya ha adquirido el equilibrio y comienza a explorar sus posibilidades, aprendiendo a correr y a saltar.
Las suelas cobran así más importancia, pero también hay que ir incorporando sistemas de amortiguación progresivamente.
Durante estos años, el pie crece muy rápido, pero lo hace de una forma no constante. Por eso hay que tener en cuenta que cada talla requiere una horma distinta.
El calzado infantil de Biomecanics para esta etapa incluye una horma evolutiva, es decir capaz de adaptarse al pie no solo a lo largo, sino también a lo ancho.
Las opiniones sobre Biomecanics de quienes han probado la efectividad de esta horma, confirman que es el mejor desarrollo posible para conseguir un calzado apropiado a las necesidades de los pies del niño en esta etapa.
En este calzado, además, la suela debe ser más gruesa, de 5 a 10 mm, para resistir mejor el desgaste y proteger de paso los pies.
Las punteras incorporan un refuerzo ligeramente rígido, con el que también se protegen los dedos. La caña debe ser blanda y elástica, preferiblemente que tenga el borde superior acolchado.
Por descontado, también hay que mantener algunos elementos del calzado infantil para los más pequeños. Por ejemplo, es importante el material transpirable en su fabricación y que en el interior siga prescindiendo de bordes o costuras, que puedan causar rozaduras.