¡Ay, los regalos! A veces hechos de buen agrado, como gesto de agradecimiento o con motivo de celebración, y otras, impuestos por imperativo social. No siempre los regalos van dirigidos a amigos o familiares, en ocasiones, por azares del destino, tenemos que regalar a personas que nos resultan un poco ajenas. Situaciones que a menudo se dan en el ámbito laboral; sea por eventos, donde hay que hacer regalos amigo invisible, por ejemplo, o como muestra de cortesía al cerrar un trato o similar.
Trata de observar
Una cosa es no conocer a la otra persona y otra bien distinta ponernos una venda en los ojos. En la actualidad, gracias a las redes sociales, podemos hacernos una idea aproximada de una persona concreta con la que no hemos tenido un trato excesivo. Auscultar un poco Facebook o Instagram nos ayudará a hacernos una idea aproximada de quién es el otro, para poder ser más precisos con nuestro regalo y no errar estrepitosamente.
Regalos genéricos
Hay una serie de regalos que podríamos denominar genéricos. Son objetos, que, si bien no fascinan o sorprenden, rara vez fallan. Son habituales como regalos amigo invisible en las fiestas de empresa, o como obsequios para clientes. Las plumas son un regalo habitual y con el que no se suele fallar, porque al final todo el mundo tiene que recurrir a un bolígrafo alguna vez, y una estilográfica puede ser un sustitutivo elegante y funcional del clásico bolígrafo.
Las flores también constituyen un regalo genérico, eso sí, debemos saber qué flores regalar para que no se malinterpreten nuestras intenciones. Orquídeas y lirios son las más apropiadas para regalar a una persona con la que no tenemos una relación afectiva.
En la actualidad hay montones de gadgets tecnológicos que pueden resultar atractivos y de utilidad para cualquiera. Los despertadores inteligentes son un claro ejemplo de ellos. Es un regalo funcional y sorprendente, que además no supone un gran desembolso económico. Todo el mundo necesita un despertador.
Habitualmente se venían regalando perfumes como regalo genérico ante la incertidumbre de no saber qué regalar. Lo cierto es que el tema de los aromas es algo tan íntimo y personal que corremos el gran riesgo de equivocarnos, y por ello que mejor, al menos en un principio o que tengamos indicios de qué perfume concreto puede gustarle, prescindir de un regalo así.
No te obsesiones
Si ves que la situación te viene un poco grande, y tienes miedo a defraudar con tu regalo, siempre quedan otras opciones con las que nunca puedes fallar. Ecommerce del sector retail y paginas especializadas en obsequios disponen de tarjetas regalo, tanto en formato digital como físico, y por el importe que nosotros deseemos. Así podremos regalar de forma despreocupada sabiendo que la otra persona empleará nuestro regalo en algo que verdaderamente le guste o necesite.
