La naturaleza está repleta de maravillas de lo más extraordinarias, otorgándonos una sensación de embriaguez en cada uno de los sentidos. Aprovechar estos recursos para crear un ambiente idóneo en el hogar es todo un acierto que repercute directamente en nuestro estado de bienestar personal. Ahora bien, las propiedades místicas de ciertos materiales, como la turmalina, la amatista o el cuarzo rosa nos permiten jugar con las leyes del universo y así aprovechar todo lo que el mundo tiene para ofrecernos. Porque lo material y lo etéreo en ocasiones se dan la mano, simplemente hemos de conocer qué bienes son más idóneos para nuestro día a día.
Incienso, genera un ambiente embriagador
El hogar es el espacio en el que desarrollamos la mayor parte de nuestro tiempo libre y, por lo tanto, se antoja esencial acomodar el espacio a los estándares de armonía pertinentes. Para ello, estrechamente ligado con las connotaciones religiosas, comprar incienso cofrade es una de las mejores opciones del mercado actual.
El incienso es un conjunto de resinas aromáticas que, en contacto con el fuego, desprende olores de lo más embriagadores. El incienso cofrade, por ejemplo, es el empleado durante las cofradías de Semana Santa y, en un año carente de estas procesiones, es verdaderamente satisfactorio volver a la festividad cristina diariamente.
Por lo tanto, si estás pensando cómo podrías renovar el ambiente de tu vivienda, este producto ha de formar parte de tu lista de prioridades. Merecemos sentirnos a gusto en casa y, al igual que la decoración influye en la vista, el incienso hace lo propio con el sentido del olfato.
Piedras semipreciosas y sus propiedades místicas
Turmalina, bloquea las energías negativas
Ciertos materiales presentes en la naturaleza ocupan un puesto crucial en nuestro bienestar, tanto en lo físico como en lo emocional. Un claro ejemplo de ello es la turmalina, un mineral de color negro que goza de unas extraordinarias propiedades místicas y esotéricas.
Esta piedra, considerada como semipreciosa, logra generar cargas eléctricas en cuanto se somete a cambios de temperatura o presión. Una característica que repercute directamente en la salud de quien la porta, liberando su realidad de una ingente variedad de energías negativas.
Si bien es cierto que el negro es su color por excelencia, también encontramos turmalina verde, rosa o azul. En este orden de ideas, podemos utilizarla como un recurso estético que, a su vez, nos protege de todo tipo de males, neutralizando incluso las afecciones provocadas por la nube electromagnética de las redes wifi.
Amatista, la magia de este mineral
Una de las piedras, también semipreciosas, que más recorrido histórico tiene a sus espaldas es la amatista. Se trata de un mineral directamente asociado a la magia que, en la actualidad, ha probado sus propiedades energéticas dentro del campo metafísico.
La amatista es capaz de compartir los polos negativos de las energías en positivos, siendo un transformador que influye directamente en nuestro estado de salud. De esta forma, podemos mejorar nuestro organismo o incluso renovar las energías de nuestros espacios.
Asimismo, cabe mencionar que la amatista está asociada al sexto y séptimo Chakra: el de la visión intuitiva y la conexión con el universo. Es decir, sentimos una mayor vinculación al mundo en el que vivimos, cambiando lo estrictamente material por lo esotérico.
Cuarzo rosa, la piedra de los buenos sentimientos
La estabilidad emocional y nuestra forma de ver el mundo -buscando siempre un punto de vista optimista- son factores de vital importancia cuando hablamos de salud mental. En este sentido, el cuarzo rosa es una de las mejores piedras para envolver nuestro día a día en bienestar mental.
El cuadro rosa está considerado como la piedra del amor, atrayendo a nuestra vida las energías propicias para enamorarnos y rodearnos de paz. Hablamos de un material presente en las civilizaciones antiguas, empleada por los egipcios para prevenir el envejecimiento.
Su color rosáceo la hace idónea también para revitalizar nuestro look, convergiendo de nuevo la estética con el misticismo de las piedras semipreciosas. Un mineral de gran demanda en el mercado que, de una forma o de otra, mejora nuestra sensación de bienestar.