Los cuerpos de un bebé de cinco meses y de su hermana de tres años y medio han sido encontrados después de que su madre llevara a la policía a sus tumbas.
Los informes iniciales de la policía -aunque todavía no se han llevado a cabo las pruebas forenses- dicen que los bebés Amiel y Rachel mostraron signos obvios de violencia compatibles con el hecho de que fueran golpeados hasta la muerte.
Su madre de 25 años, María, y su padre Gabriel, un belga de 26 años, han sido detenidos tras el espantoso descubrimiento en el municipio valenciano de Godella.
Alrededor de 150 policías y voluntarios de protección civil habían realizado una búsqueda de los niños después de que fueran reportados como desaparecidos ayer (jueves) alrededor de las 11:30 de la mañana.
La Guardia Civil pasó cuatro horas interrogando a la madre antes de que aceptara mostrarles dónde habían enterrado a los niños, hablando de la necesidad de que fueran «resucitados». Inmediatamente después fue arrestada. Su pareja, que según la policía no había podido hablar de forma coherente sobre los hechos, fue detenida posteriormente.
El Juzgado de Instrucción número cuatro de Paterna ha abierto una investigación contra los padres por presunto homicidio,
El Ayuntamiento de Godella ha decretado tres días de duelo y ha convocado una «manifestación de repulsión» al mediodía.