Undercover Global S. L., la empresa española de defensa y seguridad privada encargada de proteger la embajada ecuatoriana en Londres durante la larga estancia del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, espió al ciberactivista del servicio de inteligencia estadounidense. Eso es según declaraciones y documentos a los que EL PAÍS ha tenido acceso. David Morales, propietario de la empresa, supuestamente entregó a la CIA el audio y el vídeo de las reuniones que Assange mantuvo con sus abogados y colaboradores. Morales está siendo investigado por esta actividad por el Tribunal Superior de Justicia de España, la Audiencia Nacional.
La investigación secreta es la consecuencia de una denuncia presentada por el propio Assange.
La investigación judicial sobre el director de UC Global S. L. y las actividades de su empresa fueron ordenadas por un juez llamado José de la Mata, y comenzaron semanas después de que EL PAÍS publicara videos, audios e informes que muestran cómo la empresa espiaba las reuniones que el ciberactivista celebraba en la embajada.
La investigación secreta es consecuencia de una denuncia penal presentada por el propio Assange, en la que acusa a Morales y a la empresa de los presuntos delitos de violación de su privacidad y del secreto de los privilegios de su cliente-abogado, así como de apropiación indebida, soborno y lavado de dinero. El director de UC Global S. L. no ha respondido a las llamadas de este diario para confirmar su versión de los hechos.
Morales, ex militar en excedencia, declaró verbalmente y por escrito a varios de sus empleados que, a pesar de haber sido contratado por el gobierno del entonces presidente ecuatoriano Rafael Correa, también trabajaba «para los norteamericanos», a los que supuestamente envió documentos, videos y audios de las reuniones que el activista australiano mantuvo en la embajada. «Estamos jugando en otra liga. Esta es la primera división», dijo a sus colegas más cercanos después de asistir a una feria de seguridad en la ciudad estadounidense de Las Vegas en 2015, donde supuestamente hizo sus primeros contactos estadounidenses.
A pesar de que la empresa española, con sede en la sureña ciudad de Jerez de la Frontera, fue contratada por Senain, los servicios de inteligencia ecuatorianos, Morales llamó en varias ocasiones a sus empleados para que mantuvieran en secreto su relación con los servicios de inteligencia estadounidenses.
El propietario de UC Global S. L. ordenó que se espiara una reunión entre el jefe del servicio secreto ecuatoriano, Rommy Vallejo, y Assange, en un momento en que estaban planeando la salida de Assange de la embajada ecuatoriana utilizando un pasaporte diplomático para llevarlo a otro país. Esta iniciativa fue finalmente rechazada por Assange por considerarla «una derrota», que alimentaría las teorías de conspiración, según fuentes cercanas a la empresa consultada por este diario.
Morales pidió a sus empleados que mantuvieran en secreto su relación con los servicios de inteligencia de EE.UU.
La reunión tuvo lugar el 21 de diciembre de 2017 en la sala de reuniones del edificio diplomático y fue grabada tanto en video como en audio por cámaras instaladas por los empleados de Morales. Un pequeño número de personas, entre las que se encontraban los abogados de los australianos, conocían el plan. Horas después de la reunión, el embajador de Estados Unidos informó a las autoridades ecuatorianas sobre el plan, y al día siguiente, 22 de diciembre, Estados Unidos emitió una orden de arresto internacional contra Assange.
«Es absurdo espiar a quien te ha contratado si no vas a entregar ese material a otro país», dijo una fuente cercana a UC Global S. L. Este periódico ha tenido acceso al video y al audio del citado encuentro.
Cámaras y acceso externo para los EE.UU.
Después de la instalación de nuevas cámaras de video a principios de diciembre de 2017, Morales solicitó que sus técnicos instalaran un punto de acceso externo de streaming en la misma área para que todas las grabaciones pudieran ser accedidas instantáneamente por los Estados Unidos. Para ello, solicitó tres canales de acceso: «uno para Ecuador, otro para nosotros y otro para X», según los correos enviados en su momento a sus colegas. Cuando uno de los técnicos pidió que se pusiera en contacto con «los americanos» para explicarles la forma en que debían acceder a algunos de los sistemas de espionaje instalados en la embajada, Morales siempre se mostraba evasivo con sus respuestas.
Morales ordenó a sus trabajadores instalar micrófonos en los extintores de la embajada y también en el baño de mujeres, donde se reunían los abogados de Assange, entre ellos el español Aitor Martínez y sus colaboradores más cercanos, por temor a ser espiados. Las reuniones del ciberactivista con sus abogados, Melynda Taylor, Jennifer Robinson y Baltasar Garzón, también fueron monitoreadas.
El equipo de UC Global S. L. también recibió la orden de su jefe de instalar pegatinas que impedían que las ventanas de las habitaciones que el fundador de WikiLeaks utilizaba vibraran, supuestamente para facilitar a la CIA la grabación de conversaciones con sus micrófonos láser. También tomaron un pañal usado que de un bebé que en ocasiones era llevado a visitar al activista para determinar si el niño era suyo por un colaborador cercano.
El ex militar también colocó micrófonos en varios elementos decorativos dentro de la embajada, que fueron fotografiados para su reproducción en España. También quería instalarlos en la habitación utilizada por «el huésped», como se mencionaba a Assange en sus informes, pero algunos de sus trabajadores, preocupados por la ilegalidad de estos trabajos, le advirtieron que podían ser descubiertos. «El fundador de WikiLeaks estaba obsesionado con ser espiado», dijo un antiguo empleado de la empresa.
Morales ordenó a sus trabajadores instalar micrófonos en los extintores de la embajada y también en el baño de mujeres.
El espionaje a Assange aumentó después de que Lenin Moreno llegara al poder en Ecuador. En ese momento, Morales volaba regularmente a Nueva York y Washington, lo que este periódico ha logrado confirmar. Entre los clientes de UC Global S. L. se encuentra Sheldon Adelson y su compañía de juegos de azar Las Vegas Sands. Desde hace años, la empresa española se ocupa de la seguridad del yate del magnate de los negocios cuando se encuentra en aguas mediterráneas. Este trabajo suele ser realizado personalmente por el propio Morales.
Adelson tiene una estrecha amistad con el presidente estadounidense Donald Trump y es uno de los principales donantes del Partido Republicano. Entre su personal de seguridad hay un ex jefe de la CIA. En 2018, una investigación del New York Times reveló que Julian Assange se convirtió en blanco de espionaje de la CIA bajo el mandato del ex director Mike Pompeo. Fuentes oficiales admitieron al periódico estadounidense que WikiLeaks estaba siendo investigado en busca de supuestos vínculos entre su fundador y la inteligencia rusa.