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Por ecología y ahorro, mejor reparar tus electrodomésticos

reparación de electrodomésticos a domicilio

En febrero del pasado año 2019, la Unión Europea aprobó la Directiva de Ecodiseño que regula la venta de aparatos electrodomésticos. A partir de esa fecha, los fabricantes están obligados a ofrecer al mercado europeo aparatos con eficiencia energética, durabilidad, utilización de materiales reciclados o reciclables y la posibilidad de hacer más fácil al consumidor la reparación y cambio de piezas.

Esta normativa afecta a productos electrónicos, de iluminación, refrigeración, calefacción, neveras y lavadoras, y tiene por objeto reducir el impacto negativo que tienen en el medio ambiente estos aparatos. También permite un mayor acceso a la posibilidad de reparación de electrodomésticos a domicilio de una manera obligada para los fabricantes.

Las reparaciones en España

Según una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios, realizada ya con esta directiva en vigor, la mayoría de consumidores españoles repara sus aparatos si tienen menos de ocho años. En caso de tener más de este tiempo, ni siquiera acude a solicitar un presupuesto.

Por otro lado, en esta encuesta realizada a 1.000 usuarios, si el aparato es más moderno, pero la reparación es cara, tampoco se repara. Así, si el dispositivo tiene más de dos años y el coste de repararlo ronda el 30% de lo que costó se suele cambiar por otro.

En uno de cada 5 casos, sucede que el aparato estropeado no puede repararse por una avería grave o por falta de piezas de recambio. En este sentido, hay que recordar a los consumidores que un fabricante está obligado a cambiar un aparato defectuoso por uno nuevo o devolver el importe pagado si los daños se producen durante los dos primeros años de su compra. Por otro lado, los fabricantes están obligados a facilitar piezas de recambio hasta cinco años después de haber dejado de venderlo. Es evidente que estos dos aspectos (la garantía y las piezas de repuesto) condicionarán el acudir o no a un servicio de reparaciones.

Cambiar o reparar, la eterna cuestión

Antes de desarrollar este aspecto, conviene recordar el alto impacto medioambiental que causan los electrodomésticos que cambiamos en nuestros hogares. También es necesario analizar el impacto medioambiental de un electrodoméstico viejo que no sigue los estándares energéticos actuales.

Así, según un estudio de una cadena de tiendas de electrodomésticos, el 85% de los españoles declara tener en cuenta el impacto medioambiental del aparato y trata de adquirir aquellos que dañen el planeta lo mínimo posible. Pero, ¿qué pasa con ese electrodoméstico que se lleva el técnico al traernos el nuevo?

Reparar por ecología

Así, una de las primeras motivaciones que nos lleva a reparar un electrodoméstico debe ser esa concienciación, no tanto del gasto, sino de no generar residuos que son muy complicados de reciclar como son los aparatos eléctricos. 

Hay que tener muy claro que el volumen de residuos electrónicos que se producen a nivel mundial y su mala gestión del reciclado ponen en serio peligro el medio ambiente y la salud pública. Es importante que, si decidimos cambiar nuestros electrodomésticos, tengamos claro a dónde se va a llevar ese electrodoméstico viejo.

Anualmente se generan en todo el mundo más de 40 millones de toneladas de basura electrónica proveniente de los llamados RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos). Estos vertidos están creciendo a un ritmo tres veces superior al ritmo del resto de residuos sólidos urbanos. La mala gestión de los RAEE provoca contaminación fluvial, de lagos y de mares; de aguas subterráneas o zonas boscosas. Emiten tóxicos a la atmósfera y pueden producir desequilibrios en diferentes ecosistemas.

Reparar se hace más accesible

Esta es la motivación que hace que la Unión Europea lanzara la Directiva que hemos mencionado al inicio. Con ella, se pretende que los nuevos electrodomésticos sean energéticamente y por diseño, más respetuosos con el medio ambiente, a la vez que se obliga a las marcas a hacer más accesible las reparaciones.

Así, ahora los fabricantes están obligados a poner en el mercado una mayor disponibilidad de piezas de recambio. Muchos expertos nos recomiendan las reparaciones antes que cambiar el dispositivo o aparato porque es mucho más barato, puesto que se invierte en una pequeña parte del electrodoméstico y no en la totalidad.

Al reparar nuestro electrodoméstico estropeado, no tendremos que volver a aprender el funcionamiento del nuevo, algo que, en muchos casos es una tarea realmente complicada que nos hace invertir muchas horas y, por lo tanto, perder mucho tiempo hasta que entendemos perfectamente su funcionamiento.

Así, como puede verse, por ecología y por ahorro de tiempo y dinero, resulta muy interesante reparar nuestro electrodoméstico. Así, si nos vemos con la necesidad de estas reparaciones, es importante que acudamos a un técnico que sea ágil y que lleve a cabo la reparación de manera rápida, para evitar, por ejemplo, tener estropeada una lavadora o una nevera demasiado tiempo.