El pilates se ha convertido en una de las disciplinas deportivas más populares, debido a todos los beneficios que conlleva. Para poder impartir, es necesario contar con una titulación homologada y, de esta manera, convertirse en un correcto monitor.
Desde hace muchos años, el pilates se ha vuelto muy popular, principalmente para las mujeres, aunque también cada vez hay más hombres que lo practican. Se trata de un entrenamiento deportivo bastante completo, puesto que combina ejercicios tanto para trabajar la mente como el cuerpo y de esta manera, intentar conseguir el equilibrio, lo antes posible, entre ambos.
Al hablar de pilates se está haciendo referencia a un tipo de entrenamiento funcional, donde se deben poner en práctica ejercicios muy diversos, desde estiramientos, hasta otros para la flexibilidad, respiración, concentración o precisión. Teniendo en cuenta todo esto, es importante contar con un buen monitor, que sepa impartir el entrenamiento de la mejor forma posible.
En este sentido, hay que tener en cuenta que un instructor de pilates debe ser una persona muy completa y contar con los conocimientos y habilidades adecuadas para poder desarrollar esta actividad, de manera correcta, garantizando el bienestar de los que lo practican.
Lo cierto es que, todo aquel que quiera ser instructor, no necesita unos requisitos previos como tal, sin embargo, sí es obligatorio realizar un curso monitor de pilates específico. Hay que tener en cuenta que este tipo de cursos se imparten en diversas academias en España, no obstante, una de las más reconocidas es Pilates Inside Out en Madrid.
Una escuela de formación de monitores con una extensa programación formativa, que otorga un título de carácter internacional, contando con buenos profesionales que imparten los cursos y con la ventaja de que, también permite la posibilidad de entrar en una bolsa de empleo, una vez conseguida la titulación que corresponde.
¿En qué consiste el curso?
Como ya se ha mencionado anteriormente, convertirse en un monitor de pilates es algo relativamente sencillo, teniendo en cuenta que, no son necesarios requisitos previos pero sí es obligatorio el curso homologado. Es muy importante adoptar los conocimientos necesarios para poder desarrollar esta actividad, al igual que tener las habilidades y capacidades adecuadas para garantizar el bienestar de los alumnos.
Dentro de este contexto, hay que decir que, dependiendo de la academia, el curso para ser instructor puede variar en cierta medida, ya que algunos incluyen más temario que otros, no obstante, generalmente son todos muy similares y les dan importancia a aquellos temas donde se estudia con profundidad la anatomía. No hay que olvidar que el pilates es un entrenamiento muy funcional, en el que se trabaja con todo el cuerpo, de ahí la importancia que tiene que el instructor conozca a la perfección cómo es el ser humano.
Otro detalle importante a tener en cuenta es la duración de los cursos, al igual que ocurre con el temario, también puede variar según la academia, sin embargo, cualquier curso de calidad que se precie debe tener, al menos, 200 horas de duración, combinándose entre clases teóricas y prácticas.
Una vez que se haya completado el curso, hay que cerciorarse de que el título que se obtiene esté homologado, para poder impartir la actividad en cualquier momento y lugar, además, en algunas academias, como le ocurre a Pilates Inside Out, el título es internacional, una ventaja más, ya que permite impartir las clases en todo el mundo.
¿Qué características debe tener un monitor de pilates?
Si bien es cierto que, para ser instructor de pilates, no hacen falta tener unos requisitos previos, no hay que olvidar que se trata de una actividad muy detallada, donde la salud y el bienestar de las demás personas son los principales protagonistas, de ahí la importancia de contar con unas características generales, para garantizar un trabajo bien hecho y con los mejores beneficios.
De esta manera, además de contar con la titulación debidamente homologada, un buen monitor de pilares debe ser una persona motivadora, que le ponga alegría y entusiasmo a su trabajo.
Asimismo, es esencial que sepa comunicarse de manera excelente, puesto que debe explicar con todo detalle, los ejercicios que se van a ir realizando en una sesión. Es muy importante que el instructor se comunique con fluidez, ya que, una mala explicación, puede conllevar a que la persona realice el ejercicio mal y, por consiguiente, llegar a lesionarse.
Finalmente, no hay que olvidar que el pilates es un entrenamiento deportivo, por tanto, es conveniente que el instructor se encuentre en un buen estado físico, como se dice popularmente, que esté en forma, ya que va a pasar muchas horas realizando deporte.
¿Cómo es el trabajo de un monitor de pilates?
Un instructor de pilates es un profesional de gran importancia, que va a estar en contacto directo con las personas y les ayudará para que puedan lograr ese equilibrio físico-mental que tanto necesitan.
Para ello, el monitor de pilates puede impartir tanto clases individuales como grupales, dependiendo de las necesidades de cada persona y además, se convierte en el líder de las clases, dirigiéndolas de manera divertida y efectiva.
Es el encargado de enseñar todas las técnicas del pilates, los movimientos que hay que realizar y llevar a cabo todos los ejercicios, de manera adecuada, en cada sesión, realizando una programación para trabajar todas las partes del cuerpo, a la vez que la mente. Además, debe vigilar que las personas lleven a cabo las actividades correctamente, corrigiendo las posturas si fuera necesario, para evitar lesiones y garantizar que se cumplen los objetivos previstos.
Además, es importante que el monitor motive a los alumnos, no solo a acudir a las clases, también debe conseguir que las personas que practican pilates, lo tomen como un cierto estilo de vida, para que cuiden de su bienestar, tanto dentro como fuera de las aulas.
Las salidas profesionales de un instructor de pilates
Obtener el título de monitor de pilates supone poder optar a un gran número de salidas profesionales. De esta manera, lo más habitual es desarrollar la actividad en gimnasios, tanto públicos como privados, aunque también es común ver monitores en balnearios, spas y centros específicos para personas mayores.
Otra de las opciones más populares es trabajar como monitor de manera autónoma, lo que se traduce en impartir clases de pilates a clientes particulares, ya sea en sus casas o en el propio espacio que haya habilitado el monitor para ello.