Vecinos de Medina Sidonia han comenzado a donar dinero a las religiosas tras la pérdida de “todas” sus ventas de Navidad
Alfajores, amarguillos, yemas, cortadillos, pastelitos o piñonates. La fama de su centenaria repostería precede a las monjas del convento gaditano de San Cristóbal, en el pueblo de Medina Sidonia. Gracias a las ventas de su famoso obrador consiguen subsistir económicamente. Sin embargo, las conocidas por sus vecinos como las agustinas de abajo —para distinguirlas de las monjas de otro monasterio de la misma congregación que se encuentra ubicado en la parte alta del pueblo— acaban de perder el dinero recaudado en todas las ventas de sus dulces durante Navidad. El pasado domingo unos ladrones entraron en el cenobio y se llevaron hasta 10.000 euros en metálico, según han denunciado estas agustinas gaditanas ante la Guardia Civil.
Los hechos ocurrieron durante la misa de la mañana del pasado domingo. Fue entre antes de las 10.30, según apuntan desde el instituto armado. Los ladrones aprovecharon que las monjas se encontraban en la celebración religiosa para entrar en la zona de clausura y robar todo el dinero que encontraron. “Forzaron la puerta. La rompieron y destrozaron”, reconoce con voz apesadumbrada la hermana María de las Mercedes, en una conversación telefónica con EL PAÍS.
Los delincuentes entraron a través de un acceso que se encuentra cerca del despacho de dulces y que todavía muestra los daños ocasionados en el forcejeo. Allí, localizaron los primeros 200 euros, procedentes del cambio que las religiosas tenían de la venta de sus productos de repostería. “No les debió parecer suficiente y fueron entrando por el convento a buscar más”, asegura un agente de la Comandancia de Cádiz.
Durante los más de 40 minutos que tuvieron para perpetrar su robo, a los ladrones les dio tiempo a llegar hasta las dependencias de la madre superiora, tal y como ha avanzado este martes Canal Sur Radio en Cádiz. Fue en las estancias de la responsable del convento donde los delincuentes localizaron los 10.000 euros que la comunidad tenía apartados en distintas cantidades para hacer frente a distintos gastos corrientes. “Es lo que habíamos trabajado en diciembre. Se han llevado todo, todo”, explica sor María indignada.
Las religiosas descubrieron lo ocurrido una vez finalizada la misa y pusieron los hechos en conocimiento de la Guardia Civil, en cuyo cuartel de Medina han presentado una denuncia. Durante la mañana de este martes, una patrulla de agentes se ha desplazado hasta el edificio histórico, fundado en 1646 en la calle Hércules, para realizar una inspección ocular del lugar en el que se produjo la sustracción de dinero.
Mientras, las ocho monjas que quedan en el convento siguen preocupadas tras lo ocurrido, como reconoce sor María: “No es que tengamos aquí nada de gran valor, pero ahora que han entrado nos da miedo que quieran volver a llevarse algo. Desde luego dinero no va a ser porque nos han dejado sin nada”. Los 10.000 euros que se han llevado los ladrones estaban previstos para soportar el mantenimiento diario de las propias hermanas y del edificio de cara a los próximos meses.
Sin embargo, en Medina ya hay vecinos que han empezado a organizarse para intentar ayudar a las agustinas ante este importante revés económico. En el pueblo, de algo más de 11.700 habitantes, ya hay quien ha atendido a la llamada lanzada por distintos asidonenses en redes sociales en los que solicitan colaborar con el convento en lo que “se pueda”. “Nos están dando cositas, en la medida de lo que cada uno tiene. Lo agradecemos, demuestra que hay sensibilidad”, explica sor María. “Con la colaboración de todos podemos conseguir que recuperen todo lo perdido”, apunta un vecino y gestor de una empresa de la localidad que prefiere mantener en el anonimato su donación.
Los más de 10.000 euros sustraídos correspondían a las ventas de dulces en el mes de diciembre, justo cuando el convento registra de los mayores beneficios gracias a los días de Navidad. De hecho, Medina Sidonia se ha posicionado en los últimos años como uno de los destinos navideños más visitados de la provincia, en buena medida, gracias a su repostería y concretamente a la elaboración de los famosos alfajores, dulce típico del pueblo que también elaboran estas monjas.