Política

El coronavirus y la afectación al gobierno chino

coronavirus y el gobierno chino

La locura ocasionada por el síndrome respiratorio agudo grave, comúnmente conocido como SARS en inglés, se suponía que haría que China tomara un nuevo rumbo hacia la transparencia y la responsabilidad. La mortal enfermedad tuvo repercusiones en todo el mundo hace unos dieciocho años gracias a la oscura complicidad del gobierno chino que tuvo la osadía de ocultar su propagación. Cuando ya la magnitud de este virus se hizo demasiado grande, académicos, comunicadores y demás críticos del gobierno chino hicieron sus mayores esfuerzos en avergonzar al país oriental hasta el punto en el que tuvo que comunicar de forma franca la situación de la problemática.

En la actualidad, China está enfrentando la propagación de una nueva enfermedad misteriosa, el coronavirus, que hasta entonces ha ocasionado más de trescientos fallecidos y más de veinte mil infectados, según cifras oficiales. Y si bien la respuesta del gobierno ha sido mucho mejor que la de hace algunos años en diversos ámbitos, ha ido en retroceso en muchos otros. Esto sucede debido a que están censurando a cualquiera que busque criticarlos. Están deteniendo personas comunes y corrientes por el hecho de difundir lo que se clasifica usualmente como rumores. Además de suprimir la información que para ellos tiene un tinte amarillista.

Aunque los integrantes gubernamentales se encuentran limpiando con mucho esfuerzo el internet de China, la comunidad de internautas de la nación ya ha registrado en múltiples ocasiones su preocupación y descontento por la forma en la cual Beijing ha estado manipulando la situación frente a este virus nuevo, el cual se ha venido propagando desde enero en la ciudad de Wuhan hacia otras naciones, entre las cuales se incluyen los Estados Unidos.

Otro perro con ese hueso…

China ha ido mejorando de muchísimas formas desde aquella epidemia del SARS. Su motor económico se ha multiplicado por ocho. Han podido construir muchos más rascacielos, subterráneos y líneas de comunicación a alta velocidad que cualquier otra nación del mundo. Sus compañías tecnológicas se encuentran codo a codo con gigantes conocidos de Silicon Valley. Su burocracia, la más receptiva, ha hecho que sean muchas más las personas que reciban una atención clínica, mejoras en la calidad de vida e incluso servicios sociales de primer mundo en algunas regiones.

En lo que se vincula con el manejo de afecciones médicas, el sistema público de salud ha mejorado, y mucho durante los últimos años. Wuhan, ciudad principal en donde ocurrió el brote, también es cuna de uno de los institutos de investigación de virología más avanzados del planeta.

Sin embargo, estas mejoras han tenido su propio costo. El gobierno chino ha venido endureciendo la forma en la cual controlas el ciberespacio, la sociedad civil y los medios de comunicación. Cuentan con mucho más dinero y habilidad para manipular los flujos de datos por toda la nación oriental. Como consecuencia de ello, muchos de los grupos de defensa, medios de comunicación y demás personas que han obligado al gobierno a rendirle cuentas al pueblo en aquel lejano 2003, ya han venido siendo marginados y silenciados.

Y, por increíble que parezca, inclusive mientras este nuevo virus se esparcía por las calles de Wuhan, el gobierno chino ya se estaba dando con la tarea de guardar las apariencias.

Los inicios

Uno de los primeros casos de los que se tiene registro se reportó el ocho de diciembre del año 2019. Mientras el virus comenzaba a propagarse de forma silenciosa, los funcionarios de la provincia de Wuhan insistían en que se podría tratar y que la situación estaba totalmente bajo control. El equipo policial de la región interrogó a ocho personas que estaban publicando datos e informaciones sobre este virus en diversas redes sociales, afirman que estos habían estado difundiendo falsos rumores.

El día 18 de enero, dos días antes de que China le diera la noticia al mundo sobre lo grave del virus que se propagaba por sus calles, en la ciudad fue organizada una clase de banquete comunitario al cual llegaron a asistir más de cuarenta y cinco mil familias, para lograr así que la región llegará a competir por el récord mundial del mayor número de platos servidos en un mismo evento. El día en que la ciudad de Wuhan dio a conocer la noticia, también se anunció que estaban repartiendo poco más de doscientas mil entradas gratuitas para los habitantes para que pudieran asistir a las actividades y festivales de vacaciones del Año Nuevo Lunar, las cuales tienen como fecha de inicio el veinticinco de enero.

El gobierno chino respalda a los miembros burócratas de gestión de Wuhan. Wang Guangfa, un prominente analista político en casos de salud pública, le comento el diez de enero al canal gubernamental chino Televisión Central de China, que el virus se encontraba controlado y que simplemente era una situación leve la que se afrontaba. Once días después, este experto tuvo que confirmarle a diferentes medios chinos que supuestamente se había contagiado de este mismo virus mientras realizaba una simple inspección de rutina por las calles de Wuhan.

Reconocer que existe una epidemia podría llegar a tomar algún tiempo. China no va a ser el primero ni el último gobierno al cual una enfermedad lo tome por sorpresa.