Salud

Para qué sirve la manzanilla

manzanilla

La manzanilla se puede conseguir fácilmente en todo el mundo, resiste a cualquier clima, se planta en un jardín o en una maceta; es una planta herbácea que llega a alcanzar hasta sesenta centímetros de altura; se trata de una de las hierbas medicinales más antiguas. Su intenso aroma despertó interés hacia ella y llevó al descubrimiento de diferentes propiedades que la han hecho famosa.   

Conociendo más de esta medicinal planta 

La manzanilla es una planta que posee flores pequeñas de blancos pétalos, se parece a las margaritas y su nombre se debe a que su aroma recuerda al de una manzana. Es una hierba perenne de tallo erguido y ramificado, posee pocas hojas muy divididas y en la parte superior del tallo tienen cabezuelas aisladas.                                                                                           

Sus hojas tienen sabor a hierba y son aromáticas, las flores tienden a ser un poco amargas y emanan el olor característico  a manzanilla. En Europa occidental y el norte de Asia existen los primeros vestigios de esta planta; en la edad antigua crecía en abundancia en Grecia, originalmente por motivos ornamentales y medicinales. La manzanilla llega luego a Europa central, a países como Italia, Rusia y Bulgaria y después se expandió por América y en nuestro continente es cultivada en mayor parte en Estados Unidos, México, Colombia y Chile.    

Dónde crece 

Es común observarla en prados y lugares con muchas hierbas; generalmente se reproduce en terrenos secos elevados a mil doscientos y dos mil metros de altura; requiere suficientemente luz y aproximadamente medio litro al día de agua por planta al día.      

Procedimiento para su siembra y cosecha 

La manzanilla es una planta resistente y no es susceptible a muchas plagas o enfermedades. Su reproducción proviene de la flor, en ella tiene las semillas. Se desarrolla en sombra parcial o en pleno sol; necesita estaciones cálidas con climas templados pero también aguanta las estaciones heladas, la sequía y la falta de nutrientes. La tierra siempre debe permanecer húmeda, no mojada completamente y con buen drenaje; debe protegerse la siembra de las altas temperaturas ya que no resiste mayores de 35°. Se siembra manualmente y la cosecha se hace cortando las flores, la cual hay que dejarla secar a la sombra y conservarla máximo un año, en lugares cerrados y oscuros. 

Mejora la digestión

Su infusión es buena para mejorar la digestión; alivia los dolores abdominales y la indigestión ya que relaja a nuestro cuerpo y ayuda al aparato digestivo, provoca los movimientos que el estómago y el intestino necesitan realizar de manera coordinada para promover una buena digestión.  Por lo tanto la manzanilla es un excelente calmante digestivo.    

Reduce la ansiedad 

La manzanilla posee poderosas propiedades calmantes; una infusión de té de manzanilla nos ayuda a calmar la ansiedad y los ánimos en situaciones en la que estemos alterados. Generalmente se debe usar cuando vamos a dormir, ya que ayuda a conciliar el sueño. 

Alivia el estrés 

Por su capacidad de calmar el aparato nervioso que generalmente el ser humano lo tiene alterado y no sabe como relajarlo, la infusión de manzanilla es una bebida idónea en momentos de mucho estrés; ya que permite con sus efectos sedantes afrontar situaciones que requieren de calma.

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Trata heridas y quita impurezas de la piel 

La infusión de la manzanilla además de ayudar a la inmunidad general del cuerpo también protege las células de daños externos. Evita que la piel se pueda dañar o infectar con procesos inflamatorios.  De igual forma por su composición de fenólicos y taninos la manzanilla ayuda a retardar el envejecimiento celular e impulsa la producción de colágeno que es de vital importancia para la cicatrización de la piel.  

Controla la diabetes 

Consumir una taza de té de manzanilla diariamente podría prevenir las complicaciones que producen la diabetes tipo 2, tales como los daños a los nervios, riñones y pérdida de visión. Diversos estudios señalan que el consumo de la manzanilla permite reducir una enzima asociada a las complicaciones que origina la diabetes.  Su consumo diario puede ayudar a controlar el índice glucémico, o cantidad de azúcar en la sangre, mejorando los síntomas de la enfermedad de la diabetes.  

Reduce y alivia dolores menstruales 

Por sus efectos calmantes a nivel digestivos, también antiinflamatorio y analgésico hacen que la manzanilla ayude a controlar los dolores aparecidos o producidos por la menstruación. Es muy común su uso para reducir los síntomas premenstruales y menstruales; para ello se debe tomar una infusión de manzanilla a partir de la tercera semana del ciclo menstrual. 

Tratamiento para dolores reumáticos 

Las flores de manzanilla de forma macerada y aplicada en fricciones sobre las zonas que se quieran tratar es un tratamiento muy beneficioso para eliminar con los dolores reumáticos y la inflamación; también se puede tomar hasta tres veces al día.   

Su utilización en la cosmética 

Además de sus múltiples usos medicinales, esta planta también es utilizada en el área de la belleza o cosmética; por su poder desinflamatorio combate las ojeras, ya que alivia los síntomas de cansancio, haciendo lucir la piel más descansada y radiante.   

Es un excelente tónico facial, limpia la piel y es un aliado de la rutina de cuidado facial diario debido a sus propiedades calmantes y refrescantes. Ayuda a aclarar la piel y darle un aspecto más limpio. Regenera los tejidos y los enjuagues ayudan a cicatrizar más rápido aftas o herpes bucales. 

También su uso es común para aclarar el cabello; las mujeres con el color de cabello castaño y que deseen ser rubias utilizan la manzanilla como enjuague durante el verano, ya que con la acción del sol se logra hasta dos tonos más claros. 

Se puede utilizar para eliminar hongos de las uñas , tanto de las manos como de los pies; para ello se recomienda mojar las manos o pies dentro de un recipiente que contenga flores secas de la manzanilla en agua por un tiempo de quince minutos. 

Restaura la piel afectada por acné, heridas o ampollas; ya que posee propiedades antisépticas, hidratantes y restauradoras, para este fin se una preparado en forma de compresa. También ha sido probado como champú y ayuda a eliminar la caspa y las bacterias que se puedan encontrar en el cabello.