Uno de los sentidos más importantes del cuerpo humano es la vista. Tener una buena visión ocular es fundamental para llevar a cabo la mayoría de nuestras tareas cotidianas y es muy común sufrir de algún tipo de anomalía que influye en su correcto desempeño.
Una de las anomalías más comunes es el astigmatismo miópico (una de las condiciones que existen), el cual conlleva a tener una visión distorsionada de las imágenes que captamos a nuestro alrededor. Esta se genera debido a la forma de la córnea, membrana que en su correcta forma se presenta con una curvatura particular, redonda y perfectamente simétrica, pero que en el caso de presentar astigmatismo, esta adopta una forma distinta, considerada como irregular.
En caso de tener astigmatismo, la córnea se muestra con una forma ovalada y esto trae como consecuencia que los rayos de luz que emanan los objetos se perciban de forma distorsionada produciendo una visión de imágenes borrosas a cualquier distancia.
Esta anomalía, por lo general, se presenta desde el nacimiento y a medida que la persona crece puede empeorar con el tiempo o permanecer estable. Sin embargo, enfermedades de tipo ocular pueden causar astigmatismo, así como someterse a cirugías en esta área del cuerpo humano.
Síntomas más comunes del astigmatismo
Los síntomas más comunes que pueden indicar que necesitas gafas para corregir el astigmatismo son los dolores de cabeza, mareos repentinos que luego se hacen continuos, irritación y molestia en los ojos, falta de concentración, visión borrosa y tener que forzar la vista para tratar de enfocar objetos a cualquier distancia.
Como podemos darnos cuenta, son síntomas que afectan la rutina diaria de cualquier persona y dañan la vida laboral y personal. Es por ello fundamental contar con un diagnóstico oportuno por parte de un optometrista para corregir tales afectaciones.
Por qué se confunden la miopía con el astigmatismo
Es muy frecuente que personas sean diagnosticadas con ambas condiciones irregulares en la visión y también se suele diagnosticar y tratar la miopía, mientras que el tratamiento del astigmatismo queda en un segundo plano.
Es un error que no puede pasar desapercibido ya que si sólo se corrige una, la otra permanecerá y afectará la percepción visual, de manera que se irá disminuyendo la agudeza en la visión y se presentarán duplicaciones de luces y efectos borrosos.
Tipos de astigmatismo
Estos se clasifican en astigmatismo regular y en irregular. El primero es el más común afectando la córnea que es, en líneas gruesas, lo que explicamos al inicio de este artículo. El segundo tipo es producido por una lesión que se haya sufrido producto de una cirugía y esta a su vez, haya generado una irregular cicatrización en la córnea.
Tratamiento
Al acudir a la óptica se procederá a realizar un examen completo utilizando instrumentos y técnicas para medir la forma del ojo. Son las mismas técnicas que se llevan a cabo para diagnosticar la miopía y la hipermetropía. Luego de hacer todas las pruebas de rigor, se determinará la graduación de unas gafas para hacer las correcciones pertinentes.