La pornografía existe desde hace muchos siglos, aunque nunca ha sido tan gráfica como desde la llegada de Internet. Desde hace unas décadas, se debate sobre si el cine porno es perjudicial o beneficioso para quienes lo miran, y se pueden encontrar diferentes posturas. Lo cierto es que el porno tiene millones de seguidores en todo el mundo, aunque las estadísticas no siempre muestran la realidad, pues muchas personas que miran porno, dicen que no lo hacen cuando se les pregunta.
Miles de usuarios buscan las páginas gratuitas en Internet de pornografía
De acuerdo a estadísticas recientes, España figura en el décimo tercer lugar entre los países que más consumen porno gratis, México figura en el onceavo y Argentina en el puesto 18, entre los países de habla hispana.
Esto significa que muchas son las personas a las que les gusta ver películas o sitios web porno, gusto que se intensifica en los meses de invierno, a causa de que es en esta época cuándo la gente sale menos a causa del frío, y es también donde hay más horas de ocio.
También en la mayoría de los casos, el horario cuándo se ven más estos contenidos es por la noche, aunque también se producen picos en las horas de descanso, después del almuerzo, por el acceso que tienen los móviles a los millones de páginas porno que hay en Internet.
Hay categorías que son más buscadas que otras en la pornografía
También en estas estadísticas se pueden ver cuáles son las preferencias de los usuarios, como el porno anal, que es uno de los más visitados, y así mismo también el teléfono móvil, que es el más utilizado para ver porno, con un promedio general del 48% contra el 40% de los ordenadores, aunque en los Estados Unidos, país que ocupa el primer lugar en cuanto a preferencias por el porno, el uso del móvil es de un 70%.
Estas estadísticas hablan también de las preferencias en cuanto a visitar sitios porno, siendo los hombres los que más lo hacen con el 72%, contra el 28% de mujeres que visitan estas páginas.
Uno de los mayores problemas que encuentran quienes son habituales de visitar páginas web porno, es que la gran mayoría de ellas están en otro idioma (en inglés la mayor cantidad de ellas). Generalmente, los latinos buscan páginas en español, donde se llama a las cosas por el nombre que todos conocen.
Las páginas pornográficas que ofrecen vídeos de chicas jovencitas son muy requeridas
Por esta razón, en los países de lengua hispana, las búsquedas están centradas en un idioma que todos puedan entender, como sucede con las páginas que ofrecen los vídeos de jovencitas.
Estas páginas son de las mas visitadas, por usuarios de 25 a 34 años, ya que la mayoría de estas páginas están en español. Esta tendencia es mundial, pues la categoría “Teens” como se les llama en inglés, es una de las más visitadas en los buscadores de Internet.
La mayoría de los portales porno cuentan con contenido dirigido al público masculino, donde sin preámbulos, se va a lo directo y visual, aunque este concepto está variando poco a poco con la aparición de sitios o categorías que están dedicados a la mujer y a lo que les gusta a ellas del porno, donde el erotismo y lo natural destacan por encima del hecho en sí.
En la actualidad, muchas parejas han incorporado el porno en sus vidas como una forma de desinhibirse sin restricciones. Estas parejas utilizan el porno como una manera de potenciar el deseo mútuo y de excitación, aunque como se sabe, el porno está producido por directores profesionales y actores y actrices profesionales que sólo venden una fantasía, es un simple entretenimiento, y no debe tomarse como medida de desempeño sexual.
La pornografía gay no es consumida en exclusiva por homosexuales
También hay categorías para la diversidad, como es el caso del porno gay, que tiene muchos seguidores en Internet. Aunque muchos creen que este tipo de categoría es sólo vista por homesexuales, son muchos los hombres y mujeres que lo buscan, algunos por curiosidad y otros porque les gusta la diversidad con vídeos gay o de lesbianas.
Aunque sigue siendo algo que a muchos les cueste aceptar, las estadísticas dicen que millones de personas miran pronografía por Internet, explorando las distintas categorías que contienen las incontables páginas que hay allí.