Taylor, de cuatro años, puso un autoenvasador en la botella con el número de teléfono de su padre y el mensaje: «Si encuentra esta foto, por favor responda con el nombre de su país y una foto.»
Y 20 días después de tirar la botella al agua en Santa Susanna, cerca de Barcelona, el padre Ritchie recibió un mensaje de texto de una pareja llamada Sasha y Alex.
Dijeron que encontraron la botella en un río de Moscú y enviaron una foto de la nota de Taylor. Lo firmaron con «De Rusia con amor».
Ritchie, de Weston-super-Mare, North Somerset, dijo: «Taylor está extasiada. Que la botella aparezca en Moscú es mágico para ella».
El experto en océanos, el Dr. Adrian New, dijo que era posible que la botella fuera arrastrada por España, Escocia, el Báltico y Rusia, pero que el viaje hubiera sido mucho más largo.
