La niña – que no puede ser nombrada por razones legales – sufrió lesiones «catastróficas» en la cabeza, según escuchó ayer el Tribunal de la Corona del Interior de Londres (Inner London Crown Court).
La llevaron de urgencia al hospital Whipps Cross de Leytonstone, en el este de Londres, pero más tarde murió a causa de sus heridas en las primeras horas del 15 de agosto de 2017.
La fiscal Tracy Ayling QC dijo: «Debido a que fue una muerte repentina, su cuerpo fue sometido a un escáner post-mortem de esqueleto.
«Ese escáner reveló que había muerto como resultado de lesiones catastróficas en la cabeza.»
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Padmanabha, de Buckhurst Hill, Essex, fue detenida el 24 de agosto y dijo a los agentes de policía que simplemente tenía un bebé «muy fuerte» y «retorcido».
Una autopsia reveló una serie de fracturas en el cráneo, costillas rotas y hemorragias detrás de los ojos.
Las lesiones fueron consistentes con el hecho de que el bebé fuera sacudido, apretado por las costillas y que su pierna izquierda fuera arrancada y retorcida.
A los miembros del jurado se les informó que algunas de las lesiones datan de hace tres meses, lo que significa que la niña había sido maltratada durante casi la mitad de su vida.
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Un jurado tardó 13 horas y 51 minutos en liberar a Padmanabha del asesinato.
Pero fue condenada por homicidio involuntario y por crueldad contra una persona menor de 16 años.
Padmanabha -quien sostuvo que no sabía qué causó el colapso de su hija- lloró en el banquillo de los acusados.
Ella había pasado años tratando de concebir con su esposo antes de dar a luz a su hija en febrero de 2016 después de la FIV.
El bebé, que nació prematuramente, sufría de problemas médicos que le obligaron a permanecer en el hospital durante cuatro meses y medio.