El Atlético de Madrid ha iniciado un procedimiento disciplinario contra Antoine Griezmann que podría dar lugar a una multa por no haber acudido a los entrenamientos.
Griezmann está a la espera de su traslado al Barcelona y la batalla entre los clubes y el jugador se está volviendo cada vez más amarga. El delantero francés no se presentó en la sede del club en Majadahonda el domingo por la noche (7 de julio) y no viajó con el resto del equipo a San Rafael de los Ángeles, al noroeste de la capital española.
Griezmann completará su traslado al Camp Nou tan pronto como el Barcelona active su cláusula formal de compra de acciones depositando 120 millones de euros (183 millones de dólares) en la sede de la Liga, lo que se espera que ocurra de forma inminente tras el fracaso de las negociaciones sobre una alternativa en medio de las recriminaciones por la forma en que el Barcelona ha gestionado el traslado.
Su cláusula bajó de 200 millones de euros a 120 millones de euros el 1 de julio, pero Barcelona había buscado un acuerdo negociado en una reunión la semana pasada, prefiriendo encontrar una forma de escalonar los pagos. El Atlético se ha negado a negociar y ha reaccionado con enojo ante la sugerencia del Barcelona y de su presidente, Josep Maria Bartomeu, declarando públicamente su interés por el delantero. En una declaración enérgica acusaron al Barcelona y al jugador de «falta de respeto».
El Atlético también exigió a Griezmann que se presentara en el banquillo de los suyos, ya que seguía contratado por el club, a pesar de haber anunciado su partida hace casi dos meses. Su decisión fue revelada en un mensaje de video por teléfono móvil que el club le había pedido que filmara en la casa del director ejecutivo, Miguel-Angel Gil Marín, y que se estrenó el 14 de mayo. Como la cláusula de compra de Griezmann se pagaría, no había nada que el Atlético pudiera hacer para impedir que saliera a partir del 1 de julio, pero no nombró su destino.
Barcelona afirmó que sólo habían empezado a hablar con Griezmann el 4 de julio, después de que la cláusula expirara. El Atlético insiste en que se le ha informado de que en marzo, poco después de ser eliminado de la Liga de Campeones por el Juventus, se ha llegado a un acuerdo, por lo que considera que se trata de un planteamiento ilegal.
El Barcelona seguirá fichando a Griezmann, pero debe hacerlo ahora mediante el pago unilateral de 120 millones de euros por adelantado, dinero con el que el Atlético contaba y que ya ha gastado de forma efectiva en el refuerzo de su plantilla.