El miércoles, Bruselas dio luz verde a un informe en el que se recomendaba la salida de España del Procedimiento de Déficit Excesivo (PDE), también conocido como el «brazo correctivo» del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
España entró en este procedimiento en 2009, durante la crisis económica, cuando su déficit presupuestario se disparó por encima del techo impuesto por la UE. Se espera que los Estados miembros ratifiquen la salida la próxima semana.
Pierre Moscovici, Comisario de Asuntos Económicos y Financieros de la UE, ya ha felicitado a España y animado a su Gobierno a seguir por la senda de la gestión presupuestaria responsable.
«Los esfuerzos están dando sus frutos, aunque somos conscientes de las dificultades que persisten, especialmente en lo que respecta al desempleo», declaró el miércoles.
Tras salir del procedimiento de déficit excesivo, se pide a España un ajuste de 15.000 millones de euros en los próximos dos años, aunque hay cierto margen de flexibilidad. La Comisión Europea ha advertido sobre «un riesgo significativo» de desviación de los objetivos de déficit y deuda para 2019 y 2020.
España fue el último Estado miembro en quedar atrapado en un programa que afectó a 24 países en un momento u otro. Pero existe la posibilidad de que Italia sea golpeada pronto con un procedimiento de déficit excesivo para hacer frente a una deuda creciente que ya supera el 132% del PIB.
La Comisión Europea señaló que el ratio déficit/PIB de España, que actualmente se sitúa en el 2,48%, no superará el valor de referencia del 3% en los próximos dos años. Esto significa que se dan las condiciones para que España pase de la vertiente correctiva a la preventiva del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
Sigo observando
A partir de ahora, Bruselas seguirá de cerca los esfuerzos de España por lograr un equilibrio estructural ajustado al ciclo económico y a las medidas puntuales y otras medidas de carácter temporal. La UE quiere que los Estados miembros lleven a cabo reformas significativas en lugar de limitarse a confiar en el crecimiento económico para equilibrar sus cuentas.
Bruselas quiere una reducción del déficit del 0,65 % este año y el próximo, equivalente a unos 15 000 millones de euros, aunque hay un margen de 0,5 puntos porcentuales.
El vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis, afirmó que, según las cifras del Plan de Estabilidad, no hay certeza de que se cumplan estos objetivos, y advirtió que Bruselas seguirá los pasos de la próxima administración en España, donde hay un gobierno en funciones tras las elecciones del 28 de abril.
La ministra de Economía española en funciones, Nadia Calviño, expresó «satisfacción» por la decisión de la Comisión de apoyar la salida de España del PDE, y se comprometió a seguir las recomendaciones de utilizar lo antes posible cualquier ahorro derivado de la reducción de los tipos de interés y de los ingresos fiscales adicionales para reducir la deuda pública.
La ratio de deuda en relación con el PIB de España es actualmente del 97,1%, mientras que la cifra objetivo se sitúa por debajo del 60%. Algunas fuentes de la UE dijeron que España debería reducir su deuda en un 0,5% este año y en un 1,1% en 2020.