Lo esotérico es una forma de conectarse con esas energías imperceptibles, una manera de elevar la experiencia y de situarse en el mundo. A través de diferentes prácticas esotéricas, es posible conocer más sobre sí mismos, las personas y la vida en general. Este universo de ciencia oculta es trascendental, misterioso y puede traer ciertos beneficios si se sabe manejar.
Dentro de las prácticas esotéricas se encuentra el arte de la predicción, para ello se usa el tarot, horóscopo, las runas o el talento natural de personas videntes, capaces de exponer cuáles serán los acontecimientos futuros.
La clarividencia: el arte de percibir
La videncia es una habilidad natural que tienen algunas personas al ver ciertas imágenes pertenecientes a otros planos temporales, sea pasado o futuro. Este talento lo tienen pocas personas, y habitualmente se ha hecho presente en sus vidas desde la niñez, esto hace que sea una vidente con fechas exactas acerca de acontecimientos importantes para el mundo o para una persona en particular.
Esta habilidad requiere no sólo de una conexión con lo espiritual, sino de un entrenamiento que permita reconocer a quién pertenecen esas imágenes, qué representan y la fecha exacta de ocurrencia de ese hecho. Existen diferentes técnicas para controlar, darle nombre y sentido a las visiones, y de usar esto para el bien, pero algunas de las más importantes son la relajación y la escucha interna.
En ocasiones, se ha mantenido la idea de que todas las personas tienen la posibilidad de ver más allá, con métodos de relajación y meditación pueden alcanzarse niveles de conexión espiritual que reflejan imágenes, pero esto requiere de trabajo y empeño. Aquellas personas que tienen la videncia como un elemento heredado, habitualmente no requieren de entrenamiento para ver las imágenes, sino únicamente para interpretarlas y ofrecer predicciones exactas.
Las predicciones: interpretando las señales
La predicción es la manifestación o revelación de un acto que ocurrirá en el futuro. Consiste en exponer una acción o efecto de tiene lugar en un tiempo que está por venir, sea a corto, medio o largo plazo. Estos anuncios del futuro vienen dados por diferentes vías, por conocimiento científico o estadístico, donde se ponen en práctica diferentes teorías o modelos científicos que ofrecen altas probabilidades de la ocurrencia de un evento en el futuro.
Pero en el campo esotérico, las predicciones se construyen a partir de técnicas tradicionales, interpretación de señales, lectura de símbolos y manifestaciones psíquicas. Algunas de las técnicas utilizadas para elaborar predicciones son las cartas del tarot, la interpretación de las posiciones planetarias o por medio de la habilidad de la videncia. Así como también, se recuperan y procesan por medio de sueños, visiones o signos.
Esto implica que no cualquier persona puede exponer una predicción, ya que se requiere de un conocimiento específico que permite dar un sentido coherente y significativo al lenguaje que expone el canal de predicción.
La relación entre la videncia y las predicciones
En este caso, los videntes experimentados y entrenados son los mejores para esta tarea de exponer las predicciones, hay videntes con fechas exactas sobre la ocurrencia de algunos acontecimientos que ponen a disposición sus servicios, para que quienes así lo deseen, puedan encontrar el mejor momento de emprender una acción.
La videncia es la forma más acertada de predicción, ya que el tarot y las runas pueden ser técnicas muy ambiguas, aunque tienen información importante para compartir, muchas veces esta información es inespecífica o carece de detalles.
Los profesionales videntes que ofrecen los mejores servicios, se valen de técnicas tradicionales como el tarot, el oráculo o las runas, y de sus habilidades naturales de videncia para ofrecer una predicción acertada con fechas exactas y acontecimientos específicos. La combinación de una técnica y el talento heredado de la videncia, es una forma de concebir una predicción oportuna y garantizada.
Se dice que el destino muchas veces está echado, pero esto no significa que no sea posible influir en él. Conocer el futuro puede servir para estar preparado ante esos nuevos acontecimientos, afrontarlos con fuerza si se trata de situaciones difíciles, o aprovecharlos al máximo si se trata de oportunidades. No es asunto de cambiar el futuro, sino de aprovecharlo y extraer de él, el máximo beneficio.