Han pasado cinco siglos y las palabras de Quevedo siguen siendo tan actuales como cuando las puso en papel. El dinero tiene virtudes y desventajas. Por una parte, puede ser una gran ayuda en el caso que nos sirva para perseguir nuestra vocación, para abrir un negocio, para comprarnos un coche o una vivienda. Por otra parte, la ambición y el ansia de conseguir más y más dinero, puede llevar a algunas personas a cometer delitos económicos, especialmente en determinadas ciudades donde hay mayor propensión a este tipo de delitos. Hoy, nos vamos a centrar en algunos de estos aspectos y a hablar más detenidamente de ellos.
Cuando el dinero es bueno
Las ganas de tener más dinero no son malas de por sí, como decimos, el dinero nos puede ayudar a conseguir algunos de nuestros objetivos en la vida. En Finaton son conscientes de ello, por eso su principal objetivo es ayudar a sus clientes a encontrar el préstamo que más se ajuste a ellos.
Tradicionalmente, pedir préstamos era considerado algo negativo, pero esta visión desfasada y pesimista está desapareciendo poco a poco. Esta empresa que acaba de ramificarse en España, es un ejemplo cómo el dinero puede ser positivo. Gracias a servicios como éste, distintas personas pueden perseguir sus sueños. Es, en conclusión, especialmente útil para emprendedores y gente que está empezando negocios.
Delitos económicos: la importancia de estar bien asesorado
Para algunas personas, el dinero se convierte en un objetivo en sí mismo, esta tendencia del ser humano es difícilmente explicable. Corresponde a los humanistas responder a por qué sucede esto, aquí vamos a hablar de los delitos económicos y sus posibles soluciones. La tipología de delitos económicos en nuestro país es amplia, las penas van desde multas hasta cárcel, pasando por inhabilitaciones, y pueden agravarse si se aprecian indicios de intencionalidad, lucro o engaño. Dentro de la gama de delitos, los más comunes son los delitos fiscales, los fraudes o el blanqueo de capitales.
Los delitos fiscales se tratan de omisiones a la hora de declarar ingresos a Hacienda. Pueden ser considerados infracciones (en caso de ser la cuantía inferior a 120.000 euros) o incluso delito punible con cárcel, si ha habido intencionalidad en el impago.
Los fraudes suelen ser perpetrados por bandas organizadas y están asociadas al engaño. Son frecuentes en determinados sectores como el de los seguros, y como denominador común, tienen el beneficio a costa del perjuicio de otras personas.
El blanqueo de capitales, conocido popularmente como lavado de dinero, está basado en el encubrimiento del origen ilegal de determinados fondos con el fin de convertirlo en dinero “apto” o legítimo de cara a las autoridades.
En España, experimentamos situaciones de delitos económicos de manera reiterada durante los años de la crisis. Localidades como Madrid debido a la gran cantidad de dinero que mueven, (sobre todo en relación al mercado inmobiliario, son focos potenciales de este tipo de delitos: estafas, fraudes, falsificaciones. No hay que olvidar, que afectan tanto a personas físicas como jurídicas, en consecuencia, las empresas pueden verse afectadas y el error de unos pocos, repercutir en la vida de muchos: clientes, trabajadores, empresas asociadas entre otros.
En situaciones así, la figura del abogado penalista juega un papel clave, su deber no es sólo actuar en causas ya abiertas y defender a clientes, una parte importante de su labor es la asesoría. Los bufetes de abogados penalistas ofrecen soluciones jurídicas individualizadas, cumplen una función primordial anticipando y previniendo posibles delitos económicos. Es por ello que muchas empresas madrileñas, cada vez más, contratan los servicios de abogados penalistas para velar por su buen funcionamiento y cumplimiento de la ley.
Aunque hay gente con malicia que comete estos delitos a propósito, en muchas ocasiones, los delitos económicos son llevados a cabo de manera involuntaria, simplemente por desconocimiento. Para evitar que esto te suceda, deberías valorar consultar con un bufete de abogados especializado ante cualquier duda fiscal. Como mencionábamos al inicio, el dinero es poderoso, pero también implica grandes responsabilidades.