Aunque Madrid no es precisamente la capital de los servicios escorts en el continente, sus niveles de demanda tampoco son mucho menores con respecto a Ámsterdam.
Siendo Madrid la capital de España y el centro que representa al mundo hispanohablante en Europa, hay una gran diversidad en distintas materias que varían entre los gustos, las formas de diversión y los intereses, especialmente en el horario no apto para todo público.
Una parte de esa estelaridad se lo llevan las escorts que trabajan en la ciudad. Estas mujeres toman su trabajo muy en serio -ya sea a tiempo parcial o completo- y no siempre es muy reconocido, bien porque se tiene una perspectiva negativa o porque no se tenía conocimiento de su existencia en lo absoluto.
¿Cuál es la labor de una escort?
Es común que las personas generalicen al responder preguntas complicadas, pudiendo ofender a las personas que tienen afinidad con el negocio. El imaginario público tiene la percepción de que el trabajo no es más que un hombre con dinero que paga a una chica para tener relaciones sexuales con ella. Pero la realidad no solo es distinta sino que deja en ridículo esta afirmación.
La diferencia entre una trabajadora de la prostitución y una escort de lujo en Madrid radica en el hecho de que esta última realiza muchas otras actividades que no necesariamente se encuentran ligadas a tener relaciones sexuales.
Acompañamiento en eventos de envergadura
El término “dama de compañía” no aparece de la nada, de hecho esta es una de las funciones principales que deben ejercer las escorts más profesionales. Aunque muchas personas no se dan cuenta, estas chicas son comúnmente contratadas por los empresarios que deciden asistir a eventos importantes como cenas de negocios o reuniones de inversionistas.
Al ser esta práctica poco conocida, las distintas opiniones no pueden ser medidas y calculadas. Sin embargo, a simple vista es fácil reconocer que esta práctica tiene un gran éxito. Cualquier hombre de negocios va a poder distinguir fácilmente la diferencia entre ir solo a una reunión importante o asistir con una mujer hermosa, interesante e inteligente, capaz de desenvolverse en estos ambientes de forma natural.
Representación ante los medios o stands
Una de las principales labores de sus servicios se encuentran vinculados a la representación visual de la marca y, puesto que Madrid es una de las capitales de los negocios en Europa, existe un gran número de empresas que realizan esta práctica. Muchas personas no se dan cuenta pero esto es precisamente lo que sucede en una serie de eventos, como las premiaciones de Moto GP o Fórmula 1.
Es un trato muy sencillo. Las escort son hermosas y siempre están muy bien arregladas, lo que les da una imagen interesante, fresca y vigorizante, muy parecida a las modelos de revistas que tantas marcas utilizan para promocionar sus productos y servicios. En otras palabras, es una forma de seguir con los patrones sociales que indican que “el sexo vende”.
Todo tiene su precio
La icónica frase tiene gran cabida en este mundo, pues hay distintas opciones y cada una de ellas se adapta a los diversos parámetros en la industria, por lo que hay que saber buscar. La belleza tiene un precio, las medidas tienen otro, al igual que la edad, la experiencia y sus estudios también tienen una tarifa.
Contratar los servicios de una escort es lo que se llama un lujo y se cobra como tal, por lo que los costes suelen ser bastante elevados en el sector. Por supuesto, existe una serie de ofertas pero siempre están correlacionadas con las potencialidades de la chica.
La seguridad en el sector
Es fácil reconocer que esta área del mundo laboral no ha sido precisamente reconocida por su seguridad y todavía tiene mucho camino por recorrer para eliminar los estigmas que le han perseguido desde hace siglos.
Es por esta razón que lo más recomendable es adquirir estos servicios a través de una de las distintas agencias que se encuentran especializadas en este sector. A través de estas agencias se pueden realizar selecciones o contratar a mujeres independientes que estén interesadas en el negocio, siempre con la finalidad de mantener alejada la contratación clandestina.
