El acuchillado es un proceso de restauración que consiste básicamente en la eliminación de desperfectos e irregularidades en el parquet que el paso del tiempo se ha encargado de ir deteriorando. Tal proceso de completa con el barnizado correspondiente, por lo que es preciso tener claro cuáles son los barnices más comunes a la hora de acuchillar el parquet.
Así, encontramos el barniz de Urea (tóxico), el barniz de poliuretano (tóxico) y el barniz al agua (ecológico). Los dos primeros suelen fabricarse con disolventes tóxicos para el ser humano y con bases de aceite que, además, dañan la madera y cuya duración es demasiado cortoplacista. Están prohibidos en todo el mundo, pero no en España. Por su parte, los barnices al agua son más caros, pero son totalmente ecológicos y no son nocivos para las personas, por lo que se han convertido en la recomendación estrella. A continuación, profundizamos un poco más en cada uno de ellos.
Barniz de Urea
Los barnices de Urea se caracterizan por resistir bien ante las altas temperaturas y el deterioro, además de por ser sencillos de aplicar. Ahora bien, presentan un inconveniente que no los vuelve tan deseables, y es que no presentan una buena entereza ante la presencia de agentes químicos y de agua. Además de esto, tienden a agrietar el suelo con el paso del tiempo, presentan grandes índice de toxicidad y liberan olores muy molestos, tanto para el acuchillador como para el dueño del parquet.
De igual modo, resulta casi imposible encontrar un barniz de Urea que se ajuste a las necesidades estéticas que va marcando el mercado, ya que por ejemplo es complicadísimo dar con ellos en su versión satinada o mate.
En la actualidad, los barnices de Urea no se comercializan en casi ningún país del mundo, tan sólo en algunos casos como España. La poca demanda derivada de sus inconvenientes está acabando con la fabricación de este tipo de barniz.
Barniz de poliuretano
Por su parte, esta modalidad de barniz requiere una especial atención, ya que está indicado para un acabado a largo plazo y es preciso conocer bien sus propiedades y los pros y contras que encierra.
El barniz de poliuretano es muy empleado en suelos, además de en un sinfín de trabajos de carpintería. Su aspecto es transparente y se caracteriza porque presenta una buena resistencia al agua, a los hongos y a las altas temperaturas. De igual modo, destaca porque incorpora un secado rápido y puede encontrarse en tonos mate o satinados. En cuando a su empleo, podemos decir que éste tiene lugar una vez que se han esparcido un par de capas de barniz de Urea.
Por lo que a sus inconvenientes respecta, cabe destacar que el disolvente que integra estos barnices tiene la fastidiosa habilidad de ensombrecer y volver amarilla en poco tiempo la madera de los suelos.
Barniz al agua
El barniz al agua es el barniz ecológico de estas tres modalidades. Su composición está basada en una baja densidad de compuestos orgánicos volátiles, una característica que lo vuelve más respetuoso con el ser humano y con el medio ambiente. De hecho, tal es la seguridad que presenta en este sentido, que pueden emplearse sin necesidad de protección para las vías respiratorias.
El barniz al agua cuenta con la particularidad de que el olor que libera en su aplicación, además de ser muy leve, desaparece en muy poco tiempo. Ahora bien, dentro de sus bondades principales destaca sobre todo el hecho de que no esté integrado por disolventes químicos, lo que a su vez provoca que el tono de los suelos se mantenga a lo largo del tiempo, respetando así el estado original de la madera.
El repertorio de estos barnices es amplio, ya que pueden encontrarse en diferentes versiones: del mate al satinado pasando por los brillantes. Eso sí, hay que tener en cuenta que detrás de tanto beneficio se esconde un precio algo más elevado, pero merece la pena.