Sociedad

El casino online, el juego de siempre en las plataformas de ahora

En el pasado, la idea del casino estaba asociada irremediablemente a la figura del personaje con mucho dinero, despreocupado y superficial, con ganas de divertirse durante algunas horas, en un lugar ideado para jugarse la riqueza, en un ambiente de lujo y presunción. Afortunadamente, esto ha cambiado mucho, y es que la irrupción de Internet ha traído consigo la posibilidad de jugar al casino español online a golpes de ratón, sin necesidad de formar parte del escenario descrito anteriormente. El acceso a este tipo de juegos se ha vuelto cotidiano a través de páginas web especializadas, capaces de provocar en el jugador online, las mismas sensaciones que un casino tradicional consigue transmitir.

Las principales empresas que decidieron formar parte de este circuito del juego en Internet, lo tuvieron muy claro en su momento, ya que los datos manejados sólo podían ser esperanzadores, teniendo en cuenta que hace diez años en España los jugadores gastaron casi siete mil millones de euros en modo presencial. Sin duda, una cifra que daba para pensar en la posibilidad de ampliar horizontes gracias a las facilidades que brindan las nuevas tecnologías, como así ha terminado siendo.

El éxito de esta idea de negocio hay que buscarlo en las cifras que se han venido registrando en los últimos años. Se trata de un mercado que está en auge y cuya previsión viene marcada por un ritmo que va en aumento. En el tramo final del año pasado circularon por la industria del juego en este país casi los cinco mil millones de euros.

En este sentido, el análisis es más profundo, puesto que de igual modo se pone el foco en el porcentaje de jugadores que en el año 2012 pasaron del modo presencial al escenario online, más del ochenta por ciento. A partir de ese momento, el crecimiento de millones de euros invertidos en el juego online fue abrumador, pasando de los tres mil millones de euros en 2012 a los quince mil en 2017. Un panorama que da cuenta del futuro prometedor que la industria tiene por delante.

El perfil de usuario

El perfil de usuario ha variado con el paso del tiempo, máxime teniendo en cuenta que el jugador que apuesta su dinero a través de Internet ha crecido con las nuevas tecnologías y se desenvuelve con absoluta naturalidad por escenarios de este tipo. Así, encontramos un modelo de jugador más joven y más acostumbrado al mundo digital, lo que a su vez promueve la facilidad para analizar los entornos del juego y mantener vivas las ganas de continuar apostando. A esto, sin duda, hay que sumarle otro tipo de perfiles que, aunque minoritarios, también contribuyen a aumentar los números de manera  significativa.

Un público tan variado sólo es posible gracias a lo sencillo que resulta acceder al juego online, ya que para ello tan sólo es necesario contar con una conexión a Internet y una cuenta bancaria. En torno a estos dos requisitos, el usuario puede disfrutar de multitud de aplicaciones orientadas al juego, en las que pasar un buen rato de adrenalina y diversión. Además, hay que sumarle lo fácil que lo ponen algunas plataformas para ingresar y cobrar los diferentes importes de dinero, y es que agilizar el proceso en estos términos promueve el interés, transmite seguridad y, en consecuencia, la participación crece. Dentro de las opciones más empleadas para mover el dinero encontramos Paypal así como toda clase de monederos digitales.

Grandes atractivos

Las plataformas de juego online han sabido ser atractivas, gracias al empleo de algunos elementos que son difícilmente rechazables desde un punto de vista lúdico. Así, el ejemplo más claro para explicar esto lo tenemos en los bonos para recién llegados, que se encargan de multiplicar por dos tus ingresos iniciales, aportando de igual modo un amplio ramillete de opciones en las apuestas.

En esta misma línea de recursos persuasivos para el jugador, tenemos la gran diversidad de juegos que se ofrecen, algo que en el plano físico es más complejo de encontrar. De esta forma, destacan la ruleta, las apuestas deportivas o toda clase de juegos de cartas.

En definitiva, estamos ante un modelo de negocio que ha sabido adaptarse a los tiempos sin perder un ápice de grandeza.