Sociedad

Interior blinda el traslado de presos del ‘procés’ para sortear protestas

El traslado de los presos independentistas a Madrid para asistir al juicio del procés se está organizando con la máxima discreción. Para sortear posibles concentraciones de protesta frente a la cárcel de Lledoners (Barcelona) o a lo largo de la ruta, el Ministerio del Interior ha diseñado un dispositivo con todas las reservas, de modo que ni las defensas de los políticos conocen aún cuándo se producirá. Fuentes policiales afirman a EL PAÍS que la conducción está prevista para el viernes a primera hora.

Tanto Interior como la Generalitat pretenden restar margen de maniobra a los grupos independentistas que ya han anunciado, en redes sociales, concentraciones frente a Lledoners. Los más explícitos son los llamados Grupos Autónomos de Acciones Rápidas (GAAR), nacidos en la red social Telegram con el objetivo de frustrar el Consejo de Ministros del pasado 21 de diciembre en Barcelona. Los GAAR llaman “al conjunto de la ciudadanía de la República de Cataluña” para evitar el traslado a Madrid. “Llenemos las calles y las autopistas de dignidad”, piden, asegurando que si los presos “se van, no volverán”.

Los Comités de Defensa de la República (CDR), próximos a la formación anticapitalista de la CUP, han pedido a los ciudadanos que estén “atentos a las redes” ante próximas convocatorias. Por su parte, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) —la entidad que sigue apostando por la vía unilateral para lograr la independencia— ha organizado un “acompañamiento” a los presos durante el traslado: sus militantes se han conjurado para estar presentes en los arcenes y puentes del trayecto con pancartas y banderas esteladas.

Por motivos de seguridad, ni Interior ni la Generalitat explicitan oficialmente la fecha de salida de los políticos desde Lledoners hasta Madrid. Tampoco la forma en la que se llevará a cabo. Fuentes consultadas por este diario admiten que el objetivo es garantizar que se cumple la instrucción del Tribunal Supremo de que los desplazamientos se hagan con la máxima “seguridad y dignidad”. Interior quiere evitar situaciones imprevistas que sirvan a los abogados, por ejemplo, para denunciar complicaciones en el traslado. Las defensas de los independentistas lamentan que a estas alturas no sepan aún cuándo se hará ni cuál será la fecha de inicio del juicio.

El regreso a Madrid de los políticos catalanes —allí permanecieron los ocho primeros meses de prisión preventiva— tendrá dos etapas consecutivas, explican fuentes policiales. A primera hora de la mañana del viernes —si no hay cambios de última hora— está previsto que sean llevados hasta la cárcel de Brians 2, un trayecto de apenas 50 kilómetros desde Lledoners, que será gestionado por los Mossos d’Esquadra. En el caso de la expresidenta Carme Forcadell —ingresada en el centro de Mas d’Enric, en Tarragona— y de la exconsejera Dolors Bassa —en Puig de les Basses, Girona— el trayecto será más largo.

Mossos y Guardia Civil


Brians 2 es el centro de enlace entre las administraciones penitenciarias de la Generalitat y del Gobierno. Desde allí, la Guardia Civil trasladará a los presos directamente (sin pernoctar) a Madrid. En julio del año pasado, cuando fueron trasladados a Cataluña, los presos permanecieron una noche en la prisión de Zuera (Zaragoza). Esta vez, Interior considera que es más seguro que no haya escalas.

El destino final de los hombres —Oriol Junqueras, Raül Romeva, Jordi Turull, Josep Rull, Joaquim Forn, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart— será la cárcel de Soto del Real, mientras que las mujeres —Carme Forcadell y Dolors Bassa— permanecerán a lo largo de los meses que dure el juicio en la prisión de Alcalá de Henares.

Fuentes policiales subrayan que la intención es que el traslado desde Cataluña se lleve a cabo con toda la normalidad y no prevén, pese a todo, grandes movilizaciones que impidan que la caravana salga hacia Madrid. Esas mismas fuentes auguran manifestaciones de apoyo a los presos, más que un boicot de la comitiva policial, puesto que perjudicaría a los propios presos.

En verano, cuando regresaron a Cataluña, el tramo final del trayecto —del que fueron responsables los Mossos— se hizo en vehículos camuflados de los GEI, equivalente a los GEO de la Policía Nacional. Esos vehículos, explican fuentes policiales, son más cómodos que los de “traslados logotipados tradicionales”, con asientos de plástico, y una mampara de protección policial. La intención es que en esta ocasión se utilicen los coches habituales.