Sociedad

Duque llama a la unidad tras el atentado que causó más de 20 muertos en Bogotá

El presidente colombiano asegura que la investigación avanza pero evita apuntar a posibles responsables

Unidad de los colombianos frente al terrorismo. Este fue el mensaje central del presidente Iván Duque al término de una jornada trágica que despertó los peores fantasmas del pasado. El atentado con coche bomba en la academia de cadetes General Santander de Bogotá, símbolo de la Policía de Colombia, dejó al menos una veintena de muertos y más de 60 heridos. El peor ataque desde la firma de la paz con las FARC. Frente a ese nuevo episodio de violencia, el mandatario se dirigió la noche de este jueves al país con un llamamiento y un mensaje que busca tranquilizar a la opinión pública.

«Todos los colombianos rechazamos al unísono el terrorismo. Por eso los invito a unirnos para enfrentarlo y derrotarlo con todo el peso de las instituciones», exhortó Duque. «Hoy los terroristas buscan intimidarnos como sociedad y amedrentar al Estado colombiano. Colombia les demostrará que esta es una nación fuerte, unida y que no se quiebra ante la demencia de estas agresiones», agregó. «Al terrorismo irracional se le derrota con la respuesta de todos los colombianos, sin distingo alguno. Derrotaremos al terrorismo con la contundencia de nuestras acciones y el compromiso de nuestra Fuerza Pública. Derrotaremos al terrorismo con la cooperación ciudadana. Derrotaremos al terrorismo actuando como una sociedad fortalecida por su compromiso irrestricto con la legalidad», enfatizó.

El tono del discurso fue firme y al mismo tiempo estrictamente institucional. Ya a lo largo de la mañana, tras volver a Bogotá desde la costa del Pacífico y encabezar un consejo de seguridad en la academia de policía, aseguró que actuaría «con toda la firmeza y con toda la prudencia». No mencionó la palabra paz, pero tampoco criticó ni aludió al acuerdo alcanzado con las FARC en 2016 por su antecesor, Juan Manuel Santos. Mientras tanto, el expresidente Álvaro Uribe sí vinculó lo sucedido con la transición abierta en Colombia. «¡Qué grave que la paz hubiera sido un proceso de sometimiento del Estado al terrorismo!», escribió en su cuenta de Twitter.

El presidente no abundó en los pormenores de la investigación. Confirmó la identificación del autor material del atentado, cuyo nombre es José Aldemar Rojas Rodríguez, y aseguró que hay un grupo de terroristas involucrados, aunque evitó señalar abiertamente a los responsables. «Les notifico a esos criminales que les espera el repudio social, el rechazo de todos los colombianos y la comunidad internacional, y el castigo ejemplar de la justicia», dijo al avanzar que «mañana la Fuerza Pública y la Fiscalía General de la Nación darán a la opinión pública los detalles sobre las pesquisas realizadas».

Duque prometió a las familias de las víctimas y a la sociedad que el atentado «no quedará en la impunidad». «Ante este ataque miserable, vamos a fortalecernos como nación y vamos a seguir actuando contra los grupos armados organizados que operan en el país», mantuvo. «El terrorismo», añadió, «pretende golpear y amenazar nuestros valores, nuestra democracia y nuestra justicia. Pero cada uno de ustedes debe tener la certeza de que estamos preparados para defender a nuestro país. Estamos aquí para defender nuestro futuro».

El mandatario ordenó aumentar los controles sobre en las fronteras y las entradas y salidas de las ciudades. «Igualmente», recalcó, «he solicitado dar prioridad a todas las investigaciones, convocando la solidaridad, la información y la ayuda de la ciudadanía para identificar a los autores intelectuales de este atentado terrorista y a sus cómplices». Hizo, además, una referencia a la fuente de financiación de todas las actividades violentas en el país, el narcotráfico, con el compromiso de que quitará ese combustible a los criminales.

Tras la desmovilización de las FARC aún operan en Colombia varias bandas criminales, del Ejército de Liberación Nacional (ELN) al cártel de narcotraficantes del Clan del Golfo, pasando por columnas de disidentes de la antigua guerrilla. Los primeros datos sugieren un vínculo con la insurgencia del ELN, ya que el vehículo empleado en el asalto a la escuela de cadetes procedía de Arauca, cerca de la frontera de Venezuela, una zona controlada por esa organización, que cuenta con células y estructura de apoyo en las grandes ciudades. No obstante, Duque no quiso adelantar conclusiones como las que, por ejemplo, se empleó en dar entender el sector más duro de su partido, el Centro Democrático.

Duque, en definitiva, trató de dirigirse a toda la sociedad y a todos los actores políticos. «Colombianos», subrayó, «es en las adversidades donde nos crecemos, donde mostramos nuestra resiliencia, nuestra fe, nuestra solidaridad y nuestro espíritu». «Hoy», prometió, «nuestra nación siente dolor pero no se doblega».