Sociedad

150 universidades británicas alertan del desplome de alumnos europeos ante el Brexit

Las principales universidades británicas han registrado una caída en el número de alumnos de la Unión Europea en este curso académico, según han revelado este viernes en una carta abierta a los diputados de su país, en la que han alertado de que podrían tardar «décadas» en recuperarse de las consecuencias negativas que conllevaría un Brexit sin acuerdo.

Las universidades que forman parte del Russell Group, que engloba a los 24 principales centros del país —entre ellos Oxford, Cambridge, Imperial College London y London School of Economics—, han registrado un descenso del 9% en las matriculaciones de ciudadanos comunitarios en sus programas de posgrado de investigación; del 5%en el número de estudiantes de posgrados, y de un 3% en el número total de inscripciones, según ha informado el grupo en un comunicado.

Una carta abierta firmada por responsables de más de 150 centros de educación superior, entre ellos los del Russell Group, advierte a los diputados británicos de que los 50.000 trabajadores y 130.000 alumnos procedentes de países comunitarios vinculados a las universidades del Reino Unido afrontan una «significativa incertidumbre sobre su futuro». Alertan asimismo de que, si se produce una ruptura abrupta con la UE el próximo 29 de marzo, los académicos e investigadores de mayor prestigio pueden evitar elegir el Reino Unido para desarrollar su labor.

«Tenemos uno de los mejores sistemas de investigación del mundo, que es atractivo para académicos estrella, para los mejores estudiantes y para las alianzas globales. No debemos permitir que esto se ponga en peligro por un Brexit sin acuerdo», señala la carta firmada por Janet Beer, presidenta de la asociación Universities UK.

Si el país abandona la UE sin haber pactado las condiciones de salida, estarán en riesgo líneas de investigación «vitales», desde «nuevos tratamientos para el cáncer hasta tecnologías para combatir el cambio climático», agrega. «No es una exageración sugerir que eso sería un retroceso académico, cultural y científico del que tardaríamos décadas en recuperarnos», según Beer.