En comparación con Asia o los EEUU, la industria europea de semiconductores es diminuta. Después de años a la baja, por fin se aprecian signos de recuperación. Pero las empresas europeas de chips, sensores y semiconductores siguen sin poder hacer frente a gigantes como Intel, Qualcomm o Samsung. Con un valor de 250 millones de euros, la microelectrónica en Europa quiere recuperar terreno y por ello desde principios de este año las principales empresas han presionado a la Unión Europea para que se financien sus investigaciones.
Bajo el lema «Boosting Electronics Value Chains in Europe«, los CEO de 11 empresas europeas entre las que se incluyen Infineon, Bosch, STMMicroelectronics o Fraunhofer firmaron un manifiesto en junio solicitando nuevas inversiones en este sector más allá de las previstas para 2020. Afortunadamente para sus intereses, la Comisión Europea les ha escuchado y el pasado 18 de diciembre aprobó un nuevo e importante plan de financiación para proyectos e investigación en microelectrónica.
De manera equivalente al auge de la inversión en inteligencia artificial, la microelectrónica europea también busca posicionarse como un actor relevante. Para ello, la Comisión Europea ha aprobado un macroproyecto con una inversión inicial de 1.750 millones de euros liderada por cuatro miembros fundadores como son Francia, Alemania, Italia y Reino Unido. Más específicamente, Francia colabora con 355 millones, Alemania con 820, Italia con 524 y Reino Unido con 48 millones de euros.
El proyecto tiene como fecha de finalización en 2024 pero durante los primeros años pretende reunir 6.000 millones de euros adicionales de inversión privada. De cumplirse estos números, el macroproyecto contribuiría con inversiones de hasta 8.000 millones de euros. Un número que Margrethe Vestager, Comisaria de Competencia de la UE, da por bueno a través de su cuenta personal de Twitter.
Durante la presentación de este fondo de inversión, la comisaria describe así la importancia de este sector para los intereses de la población:
«La microelectrónica puede encontrarse en prácticamente todos los dispositivos que utilizamos en el día a día; en el móvil, en el ordenador, en la lavadora o en el coche. La innovación en microelectrónica puede ayudar a toda la innovación europea. Es por eso que tiene sentido para los gobiernos reunirnos en importantes proyectos para los intereses comunes, si el mercado por sí solo no corre el riesgo. Es por esto que ponemos especial ayuda en acelerarlo. Las empresas realizan investigaciones punteras mientras los beneficios se extienden ampliamente, por ello una innovación reforzada por los contribuyentes sirve a todos los ciudadanos.»
Entre los participantes de este proyecto creado se encuentran 29 participantes, principalmente empresas aunque también encontramos dos organizaciones de investigación. En total si contamos los distintos subproyectos, 40 líneas de trabajo relacionadas con el mundo de la microelectrónica.
Los proyectos se dividen en cinco categorías, aunque muchos de ellos están relacionados entre sí y abarcan muchas áreas distintas.
- Chips: grupo que engloba empresas como Soitec o STMicroelectronics y busca desarrollar chips eficientes y de bajo consumo, como los instalados en los coches.
- Semiconductores: desarrollo de componentes para coches eléctricos y otros dispositivos. Uno de los grupos más grandes con empresas como Bosch, Infineon, Murata, 3D Micromac o X-Fab.
- Sensores inteligentes: investigación de nuevos sistemas ópticos, de movimiento o magnéticos.
- Equipo óptico: empresas como AMTC y Carl Zeiss también entran en el macroproyecto de la UE.
- Materiales compuestos: desarrollo de chips más allá del Silicio. Una investigación que engloba empresas como Sofradir, IQE o OSRAM.