Bernardo Montoya, detenido este martes por el asesinato de Laura Luelmo, la joven maestra de 26 años natural de Zamora, ha confesado el crimen a la Guardia Civil y ha sido trasladado al lugar del crimen, en El Campillo (Huelva), para la reconstrucción de los hechos. La autopsia ha revelado que Luelmo sufrió una agresión sexual antes de morir. De la autopsia también se deduce que la profesora murió a causa de un fuerte golpe en la frente.
Numerosos vecinos se han acercado a la zona precintada por la Guardia Civil y se han saltado el cordón al tiempo que increpaban a Montoya. La autopsia practicada a su cuerpo apunta a que la causa de la muerte fue un traumatismo craneoencefálico provocado por un fuerte golpe en la cabeza.
Según fuentes de la investigación, el fallecimiento se produjo entre el 14 y el 15 de diciembre, dos o tres días después de su desaparición. Antes del arresto, Montoya intentó correr a pie campo a través. Según fuentes de la investigación, sospechaba que los agentes seguían sus movimientos. Montoya apenas llevaba dos meses fuera de la cárcel tras haber cumplido dos años por robos con fuerza, y contaba con otros antecedentes penales por el asesinato de una mujer, por los que había cumplido 17 años de pena. El padre del detenido quiso trasladar su pésame a la familia de la joven, a la que ha pedido perdón: «Si mi hijo lo ha hecho, que lo pague».