Sociedad

El juez del ‘caso Cursach’ que confiscó móviles a periodistas será investigado por prevaricación

El Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares admite a trámite la querella interpuesta por dos periodistas de ‘Diario de Mallorca’ y Europa Press contra el juez del ‘caso Cursach‘, Miquel Florit, que confiscó los móviles a ambos profesionales de la información. Florit será investigado por los presuntos delitos de prevaricación judicial, contra la inviolabilidad del domicilio y contra el ejercicio del derecho al secreto profesional.

El auto de la Sala Civil y Penal del tribunal balear, al que ha tenido acceso ‘Vozpópuli’, asegura que se investigará al magistrado después de que la Policía exigiera a ambos periodistas, a través de una petición del juez Florit apoyada por la Fiscalía, que entregaran sus móviles profesionales y personales y sus ordenadores portátiles a las autoridades.

La querella la presentaron el Editora Balear, empresa titular del Diario de Mallorca, y Europa Press, así como los redactores José Francisco

Fianza de 2.000 euros

Los magistrados justifican el secreto, cuya prolongación dejan en manos de la instructora, en que la requisa de los teléfonos y ordenadores y las órdenes de registro en las redacciones de los dos medios de comunicación se realizó «en el seno de unas diligencias previas declaradas a su vez secretas».

El Tribunal recuerda que respecto a la personación de Editora Baleardecidió el pasado viernes que, al no estar afectada «personal y directamente» la empresa participa en el proceso como «acción popular», para lo que le requirió una fianza de 2.000 euros.

Los magistrados dejan en manos de la instructora cualquier decisión respecto a la petición de los querellantes de «inmediata devolución a sus propietarios de los materiales (dispositivos de teléfonos móviles, ordenadorespendrive y documentación en papel) incautados».

«Burlar el secreto profesional»

Los denunciantes argumentaron en su querella que el juez Florit «ha tratado de burlar el secreto profesional jibarizando artificiosamente su contenido mediante su reducción a un mero derecho a rehusar el testimonio, absolutamente inútil para alcanzar el fin de protección de la norma constitucional si los dispositivos o bases de datos de cualquier índole en los que los periodistas introducen su material de trabajo o en los que quedan registro de las comunicaciones con sus fuentes pueden ser registradas y/o incautadas».

La Fiscalía Anticorrupción presentó este lunes  al juez instructor su escrito de acusación en el caso Cursach, en el que atribuye al empresario Bartolomé Cursach delitos de asociación criminal, prevaricación, cohecho y coacciones por los que solicita una condena de 8,5 años de cárcel, y acusa además a otras 23 personas, entre ellas 15 policías, para quienes pide condenas que suman 171 años.