La economía en Francia se está resintiendo mientras que manifestantes exigen la renuncia de Emanuel Macron y aumento al salario mínimo.
La indignación por el incremento de impuestos a los carburantes -cuyos efectos sienten más aquellos conductores que deben hacer cada día decenas de kilómetros para ir a trabajar- fue el detonante para estas protestas y las redes sociales su onda expansiva.
Cuatro muertos, 260 heridos y otros 400 detenidos es el saldo que deja hasta el momento esta manifestación, que ha empezado a hacer mella en la actividad industrial y de servicios de Francia.
En una declaración a la prensa tras reunirse con las principales organizaciones profesionales, el ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, dijo que se han constatado caídas “del orden del 15 al 25%, según los sectores”.
El descenso para los grandes grupos de distribución es del 15 al 25%, para el pequeño comercio del 20 al 40%, para los mercados mayoristas del 15% y para los restaurantes “al menos del 20 al 50%” dependiendo de los lugares, explicó Le Maire.
Además, advirtió de que se ha constatado un descenso de las reservas en los hoteles del 15 al 20%.
En el caso del sector automovilístico, señaló que Renault y Peugeot, las dos principales fabricantes en Francia, perdieron pedidos y, además, hay “bajas más importantes” en la industria agroalimentaria.
De hecho, la Asociación Nacional francesa de Industrias Alimentarias (ANIA) alertó en un comunicado que, dado que las fiestas de fin de año representan el 20% de los ingresos del sector, las pérdidas podrían llegar a los 13.500 millones de euros.
Por su parte, la patronal del transporte indicó, en un comunicado, que las acciones de protesta en carreteras y autopistas de los conocidos como ‘chalecos amarillos’ por la prenda que llevan ya han supuesto “más de 400 millones de euros” de pérdidas de explotación, a causa de los camiones bloqueados en atascos o inmovilizados en zonas logísticas.
Para hacer frente a la situación, el Gobierno autorizó desde el pasado 27 de noviembre que las empresas afectadas recurran al paro parcial y ha enviado una circular para que los comercios que quieran puedan acogerse a una derogación para poder así aumentar las aperturas dominicales.
Además, el titular de Economía señaló que el fisco “examinará con toda la comprensión necesaria” las demandas de las empresas afectadas, bien para escalonar pagos de impuestos bien para la devolución de penalizaciones.