Política

El PSOE gana las elecciones con el peor resultado de su historia y el bloque de derechas obtiene la mayoría absoluta

Victoria más que amarga para el PSOE, que ha ganado las elecciones en Andalucía con el peor resultado de su historia y puede perder su mayor bastión en España. La suma del bloque conservador formado por PP y Ciudadanos junto a la fuerza de extrema derecha Vox, que irrumpe en el Parlamento andaluz con 12 escañosobtiene la mayoría absoluta con 59 diputados y podría desbancar a los socialistas, a punto de cumplir casi cuatro décadas de poder ininterrumpido en Andalucía. Los socialistas se han hundido con 33 diputados y no suman con Adelante Andalucía, que ha sacado 17 escañosGana la derecha y pierde la izquierda en unas elecciones convertidas ya en históricas.

Si PP, Cs y Vox pactan, darán un vuelco a una comunidad que no conoce Gobierno de otro color que no sea el del PSOE. Resultado inédito, por tanto, en estas elecciones andaluzas del 2-D que pueden marcar un antes y un después no solo en Andalucía, sino en España. Ninguna encuesta auguró este resultado.

El PSOE ha obtenido el 27,95% de los votos, lo que se traduce en 33 diputados; el PP ha quedado segundo, con el 20,75% y 26 diputados– igualando el peor resultado de su historia en 1990- y Ciudadanos ha subido a la tercera posición, sorpasando a Adelante Andalucía, con el 18,27% de los sufragios y 21 diputados. La unión de Podemos e IU ha sido la opción elegida por el 16,18% de los electores, lo que supone 17 escaños- pierden tres con relación a los anteriores comicios- y la sorpresa mayúscula de estos comicios viene con la entrada de la ultraderecha al Parlamento andaluz, a través de Vox, que irrumpe con 12 diputados gracias al 10,97% de los votos.

La participación en las elecciones andaluzas, las undécimas de ámbito regional, ha sido la segunda más baja de la historia de la autonomía, con un 58,65%.

Debacle del PSOE, que llama a PP y Cs a frenar a la extrema derecha

Bajar de los 40 diputados era una catástrofe para el PSOE, que se ha quedado con 33. Los socialistas han bajado de la barrera del 30% de los votos por primera vez desde 1982 en unas elecciones autonómicas.

No esperaban tan mal resultado y las caras lo decían todo en esta noche aciaga para la izquierda andaluza. Los socialistas han sufrido un duro golpe con un triunfo que no les servirá de nada ya que no tienen con quien gobernar. Díaz se ha dejado en esta cita con las urnas, negra para el PSOE, 14 escaños y más de 400.000 votos. La baja participación y el vuelco político de la derecha han hecho que la hegemonía socialista en Andalucía, marcada por históricas mayorías absolutas y en los últimos años por pactos con PA, IU y Cs, se haya esfumado.

«Es una noche triste a pesar de haber ganado en siete de las ocho provincias», ha dicho la actual presidenta, que ha reconocido el «retroceso» de la izquierda en Andalucía y lo que le parece «más grave», la entrada en el Parlamento de Andalucía de la extrema derecha. Por ello, ha hecho un llamamiento a las fuerzas constitucionalistas- en referencia a PP y Cs- para que digan si «van a ligar el futuro gobierno de Andalucía a la extrema derecha» y si este partido «xenófobo, racista y machista» será «la llave» de la Junta.

A pesar de que lo tiene más que imposible, la socialista ha dicho que a partir de este lunes hablará con los partidos- citando expresamente a PP y Cs-. No se da por vencida aunque sus posibilidades son prácticamente nulas ante una suma (la de las derechas) que supera en cuatro escaños la mayoría absoluta fijada en 55.

PP y Cs presentarán candidatura propia a la Junta de Andalucía

Y si Díaz ha comparecido como ganadora con gesto de perdedora, el candidato del PP a la Junta, Juanma Moreno, ha aparecido exultante, entre gritos de «presidente, presidente».  El ‘popular’ ha anunciado que se presentará a la investidura y llama «a todas las fuerzas que quieren un cambio» a que sumen fuerzas. «Han acabado cuarenta años de hegemonía socialista en Andalucía», ha afirmado, para garantizar que «desde mañana mismo» va a comenzar un diálogo «franco y sincero» para poder establecer «un gran acuerdo que permita el cambio» en el Parlamento andaluz con una «mayoría alternativa». Desde Génova, el líder del PP, Pablo Casado, que ha hecho suya la campaña del PP en Andalucía, ha dado por finiquitado el poder del PSOE en Andalucía y ha tratado de extrapolar el resultado al ámbito nacional: «Que Pedro Sánchez vaya pensando en convocar elecciones y vaya asumiendo lo que le dicen las urnas en rechazo a sus políticas sectarias e irresponsables». Casado ha subrayado que los andaluces han dado un «mandato inequívoco» y han pedido cambio.

En el bloque conservador se abre una pugna porque no solo se postula Moreno como presidente de la Junta de Andalucía. El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha avisado al PSOE y al PP de que su partido va a presentar la candidatura de Juan Marín: «Vamos a gobernar».

El principal argumento de la fuerza naranja para postularse es que ellos crecen frente a un PP, que baja. En concreto, Cs asciende de nueve a 21 diputados y de 369.000 votos a 658.000. Pero tras este anuncio de Ciudadanos, el PP se ha apresurado a dejar claro que «o Moreno o nadie», según han señalado fuentes de Génova a TVE.

La tarea de Moreno será convencer ahora a Cs y Vox de que posibiliten la entrada histórica del PP en el palacio de San Telmo y para ello ya ha anunciado que iniciará una ronda de contactos. «Todas las fuerzas que han entrado en el Parlamento son democráticas y legítimas», ha advertido ya Moreno al ser preguntado por su necesario pacto con Vox. De momento no ha puntualizado si buscará un pacto estable, un Gobierno tripartito o un Gobierno en minoría apoyado por Cs y Vox, que también tendrán que decir qué están dispuestas a dar.

Todas las formaciones medirán los riesgos de los pactos porque a la vuelta de la esquina- en mayo- están las elecciones municipales, autonómicas y europeas, y puede que las generales. Retratarse con Vox podría tener consecuencias en otras plazas electorales.

A Adelante Andalucía no le sale bien la suma con IU

La suma de Podemos e IU se ha dejado tres escaños con respecto a 2015 (Podemos obtuvo 15 e IU, 5) y juntos han obtenido 17 diputados, que se ponen como objetivo para la próxima legislatura «parar» y «hacerle frente a la extrema derecha», tal y como ha dicho la candidata, Teresa Rodríguez.

Recibida por sus simpatizantes al grito antifascista de «¡No pasarán!», Rodríguez ha pedido «recuperar el sentido común del 15M» para «parar a la derecha» en todos los ámbitos.

Similar discurso al de Rodríguez, ha tenido el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que ha arrancado su intervención con dos palabras: «Alerta antifascista«. Así, ha hecho un llamamiento a todos los trabajadores, estudiantes, feministas y LGTBI y colectivos progresistas del país para frenar a la «extrema derecha» y proteger «la democracia» tras la irrupción de un partido que ha definido como «franquista sin complejos» y «enemigo de las mujeres».

Ha emplazado al PSOE, al PDeCAT y a ERC a asumir la «urgencia» de la situación y ha criticado a PP y Cs por «blanquear» y «normalizar el poder gobernar junto a una fuerza de extrema derecha».

Vox entra en todas las provincias andaluzas

Vox ha multiplicado por 46 veces su poder respecto a los 8.341 sufragios que obtuvo hace dos años en Andalucía en las elecciones generales de 2016. Un crecimiento del 4.690%, según la Agencia Efe, que da a la formación liderada por Santiago Abascal una fuerza nunca antes vista en la Comunidad de Andalucía.

Pasa de partido extraparlamentario a obtener representación en todas las provincias, obteniendo su mejor resultado en Almería, y ha sumado 390.000 votos.

Treinta y seis años después de que Blas Piñar dejara su escaño en el Congreso de los Diputados, donde se sentó de 1979 a 1982, los resultados de Vox son los mejores de la ultraderecha en España en términos cualitativos porque le da una inédita representación en una de las principales asambleas regionales.

El candidato de Vox, Francisco Serrano, ha dicho que su partido va a ser «el que va a propiciar el cambio en Andalucía», lo que ha definido como «la reconquista«.