Sociedad

La causa y gestión de los fallos de protocolo

fallos de protocolo

El protocolo se puede definir como una guía, o proceso normal que debe seguir determinada actividad, una serie de normas, que pueden estar o no establecidas, cuyo incumplimiento retrata a la persona que comete el error y puede echar a perder el acto, un concepto el de protocolo que a día de hoy está muy de moda, debido principalmente al fallido besamanos del pasado 12 de Octubre.

Aunque existen varias versiones del porqué de este hecho, todo hace indicar que al presidente se le dieron unas indicaciones erróneas del protocolo que se debía seguir durante el acto, algo que resalta la importancia de realizar un máster de protocolo, con el que poder adquirir el conocimiento necesario con el que poner en marcha y desarrollar un evento de este tipo, unas indicaciones que, por otra parte, no están establecidas.

Al referirse a que no están establecidas, se quiere decir que no existe una norma escrita que obligue a cada persona a comportarse de determinada forma durante el besamanos, es el encargado de todo el protocolario el que debe explicar a los asistentes como actuar, especialmente en actos diplomáticos, para que no existan errores de bulto como una famosa foto de familia de Zapatero con Obama, o los pies encima de la mesa de Rajoy, entre otros episodios cómicos que ha dejado la falta de protocolo.

La última de ellas, la ya conocida del besamanos del Presidente Pedro Sánchez al Rey Felipe VI, cuando después del saludo cordial, el presidente y su mujer se colocaron de manera que también los saludaran a ellos, cuando rápidamente fueron advertidos por el asistente de protocolo de que esa no era su posición, las culpas por este desafortunado acontecimiento han recaído sobre la figura de la Casa Real, de la Moncloa, del Rey, del Presidente y hasta del propio asistente de protocolo, sin conocer del todo cuales han sido las causas.

Y es que si hay una institución que le da importancia al protocolo esta es la Monárquica, rara vez hay un fallo o una excepción que haga saltarse el protocolo, aunque a veces sí que ocurre, por ejemplo el pasado 2013, cuando Plácido Domingo y el entonces Rey Juan Carlos I se fundieron en un abrazo en una audiencia oficial, consecuencia de su reconocida amistad.

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