Para un diagnóstico más preciso los médicos ordenan muestras de sangre para determinar en qué condiciones de salud se encuentran sus pacientes, y en caso de haber enfermedad en qué órgano se encuentra la infección. Una alimentación equilibrada, niveles controlados de estrés y la práctica de alguna actividad deportiva fortalecen el sistema inmunológico del cuerpo.
Hemoglobina: conductor del oxígeno
Mantener los valores normales de nutrientes en la sangre es signo de que el cuerpo está funcionando de forma óptima y saludable. En el momento de realizarse los exámenes de laboratorio el médico analiza estos valores como los de la hemoglobina y la bilirrubina para diagnosticar la presencia de algún desequilibrio o dolencia. La hemoglobina es un pigmento rojo contenido en las células de los seres vivos y una proteína que habita en el sistema sanguíneo. Transporta el oxígeno y el dióxido de carbono al sistema respiratorio y a los tejidos. Los bioanalistas analizan el color de la sangre y sus valores para medir los niveles de hemoglobina.
En la hemoglobina se valoran los glóbulos rojos en el sistema sanguíneo para diagnosticar que el oxígeno llegue a los pulmones de forma adecuada. La baja cantidad de glóbulos rojos puede ser evidencia de Anemia, mientras que los valores altos pueden ser muestras de Policitemia. Si un adulto tiene un nivel por debajo de 12,1 g/dL es síntoma de que algo grave ocurre en el cuerpo.
Según el rango de edad y sexo los valores ideales de la hemoglobina son:
- Niños de 5-12 años: 11,5 g/ dL
- Jóvenes 12-16 años: 12 g / dL
- Hombres adultos: 13,8 y 17,2 g / dL
- Mujeres adultas: 12,1 y 17,2 g / dL
- Embarazadas: 11 g / dL o más
Eosinófilos y su importancia en la detección de enfermedades
Los glóbulos blancos o leucocitos tienen un componente que son los eosinofilos o las células que atacan a los patógenos y responden ante las reacciones alérgicas. Con los neutrófilos y basófilos conforman el conjunto de las células blancas. Los eosinófilos protegen el sistema inmunológico al atacar a los alérgenos, parásitos y bacterias. Se adhieren a las pieles de los microorganismos y liberan sustancias tóxicas para eliminarlos.
En el examen de sangre los valores que se consideran saludables son los siguientes: entre 50 y 500 células / mcL. Si una persona llega a tener cifras por encima de 5000 células / mcL o eosinofilia es grave, esto significa que se encuentra en una fase avanzada de una enfermedad, ya que la producción elevada de esta sustancia significa que un patógeno ha entrado al cuerpo y ha requerido una producción mayor para atacarle. Los médicos suelen estudiar estos valores con rigurosidad ya que determinan la presencia de una enfermedad cuyos síntomas físicos aún no han sido revelados.
Leucocitos, guerreros del cuerpo
Los leucocitos se producen en el hígado y en el tejido linfático para proteger el sistema inmunológico de bacterias, alergias, parásitos e infecciones, es decir, cualquier agente externo que desequilibre el balance perfecto del cuerpo. Su medición en la sangre determina si el organismo está preparado adecuadamente para contrarrestar una enfermedad. Los valores normales de los leucocitos se encuentran entre 4 y 11 mil por mm3 de sangre. Cuando un paciente tiene los leucocitos altos se debe a la presencia de infecciones, mientras que si se encuentran bajos, el médico determina si se debe ingerir fármacos o remedios naturales para fortalecer el sistema inmunológico y evitar que el cuerpo esté vulnerable.
Bilirrubina y el adecuado funcionamiento del hígado
Otro elemento importante de la sangre es un pigmento que es la bilirrubina, de color amarillo, secretado por el hígado para digerir de forma adecuada las grasas. Si sus valores no se encuentran en el promedio recomendado, esto indica enfermedades hepáticas. Existen 2 tipos de bilirrubina y sus formas de medirse. La directa, que debe promediar entre 0 y 0,3 miligramos por decilitro, y la conjugada, entre 0,3 a 1,9 mg/ dL.
Los valores altos de hemoglobina en los adultos enciende las alarmas de los médicos porque puede estar presente una Hepatitis, Colecistitis, Cirrosis o Vesícula Biliar, por lo que el paciente debe hidratarse más, detener el consumo de bebidas alcohólicas y comer una dieta más equilibrada. En caso contrario, los niveles bajos indican inflamaciones, debilidad general, migrañas y problemas respiratorios.
Para vivir una vida más plena, los especialistas aconsejan alimentarse sanamente, practicar una actividad deportiva, caminar, beber 8 vasos de agua al día y vivir con un nivel bajo de estrés.